El 15 de enero de 2007 Ecuador tenía un nuevo Gobierno. Y, precisamente, era un Gobierno cargado de esperanza en el cambio, pues el país se había visto envuelto en un clima de inestabilidad política. En tan solo 10 años, el Ecuador tuvo 7 presidentes.
Los dos últimos, elegidos en las urnas, fueron derrocados por sus mismos electores.
Todo inició en la presidencia de Abdalá Bucaram Ortiz, en 1996. Elegido en segunda vuelta electoral, frente al actual alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, Bucaram se convertía en el presidente número 38 del Ecuador. Estuvo en el poder solo 6 meses y fue destituido después de que miles de ciudadanos salieron a las calles a reclamar su salida. El entonces Congreso del Ecuador lo destituyó argumentando incapacidad mental para Gobernar.
Fue Fabián Alarcón, presidente del Congreso, quién asumió como Presidente Interino. Una vez finalizado su gobierno se llamaron a nuevas elecciones y, esta vez, el pueblo ecuatoriano puso su fe en Jamil Mahuad. Tras la firma de la paz con el Perú, en octubre de 1998, la crisis económica se agudizó. Según varios analistas, el país estaba marcado por la baja en el precio del petróleo, los rezagos del fenómeno de El Niño y la devaluación del sucre. A ese panorama, se sumó la grave situación bancaria que, como resultado final, tuvo el decreto, en marzo de 1999, de un feriado bancario y el congelamiento de depósitos que minaron la credibilidad del Presidente, acusado, además, de haber financiado su campaña con dineros del quebrado Banco del Progreso. En medio del deterioro político de su Gobierno, el 9 de enero del 2000, Mahuad decretó la dolarización. 12 días más tarde, es decir el 21 de enero, militares liderados por el coronel Lucio Gutiérrez y grupos indígenas se tomaron el Congreso y tumbaron a Jamil Mahuad. Fue el vicepresidente Gustavo Noboa quién asumió el poder.
Dos años más tarde, se convocaron nuevas elecciones. Esta vez, el mismo Lucio Gutiérrez, promotor de la caída de Mahuad, fue el candidato, quien después de enfrentarse al empresario guayaquileño, Álvaro Noboa, fue electo como Presidente de la República.
En 2005, poco a poco, se iban organizando los denominados «Forajidos». Las denuncias por irregularidades en el gobierno de Guitiérrez cada vez aumentaban. Varios partidos y líderes políticos exigían su salida. Entre ellos, el expresidente León Febres Cordero. Día tras día los ciudadanos salían a las calles para manifestar su rechazo al Gobierno de Gutiérrez. En un inicio solo fue Quito, pero, poco a poco, se iban sumando más ciudades como Guayaquil y Cuenca. Finalmente, el 20 de abril, Lucio Gutiérrez fue derrocado y fue el vicepresidente Alfredo Palacio quien asumió la presidencia.
Después de haber permanecido asilado en la Embajada de Brasil, en Quito, y haber permanecido en Colombia, Lucio Gutiérrez llega al Ecuador y es detenido por la Policía Nacional. En la cárcel 4 de Quito estuvo recluido hasta el 3 de marzo del 2006.
En ese mismo año, se realizaron nuevas elecciones en las que fue electo el exministro de Finanzas en la presidencia de Alfredo Palacio, el economista Rafael Correa Delgado.
El 15 de enero de 2007 fue posesionado y, tras 9 años, continúa en el poder.