El Consejo de Recursos del Aire de California (CARB, por su sigla en inglés), dijo en un comunicado que «las propuestas de VW son incompletas, sustancialmente deficientes y no cumplen los requisitos legales» para que los vehículos afectados puedan ser certificados.
La decisión del CARB supone un grave contratiempo para Volkswagen, cuyo máximo dirigente, el consejero delegado Matthias Müller, tiene previsto reunirse mañana miércoles con la directora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Gina McCarthy.
La reunión tenía que haber servido para que Volkswagen limara sus diferencias con las autoridades federales estadounidenses que han expresado su frustración por la lentitud y opacidad con la que el grupo alemán ha respondido desde que en septiembre de 2015 se descubrió el fraude.
EPA dijo hoy en un comunicado dado a conocer poco después de que se supiese el rechazo del CARB que Volkswagen todavía no ha «entregado un plan de llamada a revisión» para que los vehículos trucados cumplan la normativa estadounidense en materia de emisiones.
En la carta de rechazo a la propuesta de Volkswagen dada a conocer hoy, el CARB señala que la compañía alemana presentó el pasado 20 de noviembre un plan de llamada a revisión de los más de 500.000 afectados por el trucaje de los motores.
La carta también indica que el 25 de noviembre comunicó de forma confidencial al fabricante que su plan «no respondía a los requisitos básicos» de la normativa de California.
Además de rechazar el plan, el CARB emitió hoy una notificación de incumplimiento contra el Grupo Volkswagen, que incluye las marcas Volkswagen y Audi, y que afecta a los vehículos dotados con motores diésel de 2 litros TDI Gen 1, Gen 2 y Gen 3.
La notificación establece 13 infracciones cometidas por Volkswagen, desde el uso del software ilegal para ocultar las emisiones reales de los motores hasta la «importación, entrega, compra o recibo de vehículos no certificados de manera intencional o negligente».
El CARB también indicó a la compañía alemana que tienen la intención de seguir sus «discusiones con Volkswagen para evaluar las opciones con el objetivo de identificar rápidamente una solución que protege el medio ambiente, la salud pública y a los consumidores».
El dato revelado hoy por el CARB de que comunicó en noviembre a Volkswagen que sus planes de llamadas a revisión no cumplían los requisitos de las autoridades de California puede explicar porqué el domingo Müller se mostró evasivo a la hora de establecer sus expectativas sobre la reunión con la EPA.
«Tendremos una buena reunión y si hay o no un resultado ya lo veremos», afirmó entonces Müller a los medios de comunicación.
Posteriormente, el lunes, en la apertura del Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica, en Detroit, Müller aseguró que Volkswagen solucionaría la situación.
«Estamos listos para arreglar el problema y lo discutiremos mañana y pasado mañana con las autoridades. No está arreglado todavía, es verdad», declaró el directivo del grupo alemán.
La presión sobre la compañía alemana para presentar soluciones está aumentando en los últimos días.
Este lunes, un juez de California nombró al exdirector del FBI Robert Mueller como arbitro entre el Grupo Volkswagen y centenares de clientes que han presentado demandas contra la compañía automovilística por el fraude de los motores diesel.
Y la semana pasada, la EPA presentó una demanda contra Volkswagen a través del Departamento de Justicia de Estados Unidos en el que las autoridades estadounidenses reclaman más de 40.000 millones de dólares en daños a la compañía.
Aunque Volkswagen no ha desvelado los detalles del plan de llamada a revisión presentado a las autoridades estadounidenses, el domingo un periódico alemán dijo que la empresa presentaría un catalizador que permitiría a buena parte de los coches afectados por el trucaje de las emisiones contaminantes respetar los límites legales.
El periódico dijo que Müller presentará la solución durante la reunión que mantenga mañana con la directora de EPA.