Hasta el 31 de diciembre de este año, regirá la reducción temporal de aranceles a vehículos importados de Estados Unidos, en respuesta a la resolución adoptada por el Comité de Comercio Exterior (COMEX). En NotiMundo A La Carta, David Molina, director Ejecutivo de la Cámara de Industria Automotriz Ecuatoriana, calificó a esta medida como un "tiro al pie" que no traería beneficios al gobierno norteamericano, pero sí tendría reacciones del resto de países con los que Ecuador tiene relaciones comerciales.

Shutterstock

Al 10% se reducirán, de manera temporal, los aranceles a los vehículos importados de Estados Unidos. Una decisión que ocurre en medio de la guerra comercial impulsada por Donald Trump sobre más de 180 países del mundo, y que se ha acentuado sobre China.

La medida, que rige desde el 10 de abril, aplica para el ingreso de vehículos livianos, camiones ligeros, medianos y pesados, vans, furgonetas y buses. Algo que, según el director Ejecutivo de la Cámara de Industria Automotriz Ecuatoriana, David Molina, no beneficiaría precisamente a Estados Unidos, sino que podría traer efectos negativos para el Ecuador.

De acuerdo con Molina, la iniciativa resuelta en el Comité de Comercio Exterior no se ajusta a la realidad del país, pese a que fue tomada en un contexto de «crisis» a nivel comercial, ocasionada por la guerra arancelaria de Trump. Explicó que, en el caso de Ecuador, la mayoría de usuarios elige vehículos de una gama media y baja, modelos que no son producidos por Estados Unidos.

Al contrario, los vehículos fabricados y ensamblados en ese país, corresponden a una gama alta, híbridos y de motores más grandes. Por ello, una reducción del país a los aranceles para automóviles norteamericanos no tendría un mayor beneficio para la administración de Trump.

Por el contrato, Molina detalló que un cambio en las condiciones arancelarias a Estados Unidos, podría generar una reacción de otros países con los cuales Ecuador tiene acuerdos comerciales. Precisó que, en materia de comercio internacional, un país no puede bajar aranceles a otro sin entregar el mismo trato al resto de naciones.

«Al hacer una reducción unilateral, tendremos reacciones de China, Canadá y Corea del Sur. Ya tenemos acuerdos con ellos y no tendría sentido darles una rebaja anticipada de lo que ya se negoció. Se rompería el principio de la seguridad jurídica», dijo.

Para Molina, la medida que busca ser un «gesto» a Estados Unidos en el marco de la guerra arancelaria, podría ser un «disparo al pie».

Pero antes de adoptar esta decisión, representantes de la Cámara de Industria Automotriz Ecuatoriana se reunieron con el Gobierno para delinear las acciones en respuesta a los aranceles. Desde el gremio, dijo Molina, se propuso identificar las partidas de vehículos y excluir aquellas donde existe producción nacional. Un compromiso que, lamentó, no fue honrado por el gabinete Ministerial.

Ahora, el exhorto del sector automotriz se dirige a la Cancillería y pide, de acuerdo con Molina, que se realicen las gestiones necesarias para evitar retaliaciones a la oferta exportable que puedan, incluso, complicar la industria nacional.

Mira la entrevista completa

Escucha la entrevista completa