En Francia, en el primer día de salida del confinamiento, cerca del 86% de las 50.500 escuelas del país tenían previsto abrir este lunes para los profesores y el martes para «más de 1,5 millones de niños» de parvulario y primaria, había anticipado el ministro de la Educación Jean-Michel Blanquer.
Pero ante la complejidad sanitaria, muchos alcaldes son reacios a abrir las escuelas, igual que algunos profesores, que apelan al derecho a no trabajar en caso de riesgo para la salud. También muchos padres tienen miedo de devolver a sus hijos a clase.
«El temor sigue ahí pero las ganas de volver a la escuela es lo que prima, es lo que veo en las caras», dijo Maxime Brunant, director de la escuela Foron, en Suiza, donde las escuelas de primaria y secundaria abrieron sus puertas bajo la lluvia.
En Noruega, el primer país de Europa que reabrió sus guarderías y jardines de infancia, y luego sus escuelas primarias, las autoridades afirmaron este lunes que hasta ahora eso no había reavivado la epidemia.
«Sienta bien», dijo una madre holandesa, cuyos tres hijos van a la escuela primaria de Willemspark, en La Haya. «Los niños tenían muchas ganas de volver a la escuela, saltaban de alegría al ver a sus amigos, todos estaban contentos».
«Por suerte, los niños están autorizados a acercarse unos a otros, sin tener que respetar la regla de 1,5 m [de distancia]. Les gusta de verdad, pueden tocarse y jugar sin pensar», agrega la mujer, de unos cuarenta años y profesional de salud.
En Holanda solo los niños de parvulario y primaria volvieron a la escuela.
Noticia Original: AFP – LINK