«Es público y notorio que la casa (cámara de Diputados) está acéfala, fruto de un interinato bizarro, que no condice con lo que el país espera del nuevo tiempo tras la suspensión de la presidenta de la República, y solo mi renuncia podrá poner fin a esa inestabilidad», dijo el diputado a la prensa al leer su dimisión entre lágrimas, con la voz quebrada.