Después del fatídico terremoto de 7,8 grados que sacudió a Manabí y parte de Esmeraldas, el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional ha registrado más de 2 100 réplicas. La tierra no deja de temblar lo que sigue causando temor y zozobra en los habitantes de las dos provincias.
Para los pobladores, las réplicas ya son parte del día a día. Los movimientos telúricos también se sienten con fuerza en otras ciudades como Quito. El domingo 10 de julio se sintieron dos fuertes réplicas de 5,9 y 6,2 grados. Producto de los dos sismos fallecieron dos personas y tres resultaron heridas. El alcalde de Muisne, Eduardo Proaño confirmó que nuevamente se evacuaron tres zonas aledañas a la ciudad.
Una de las medidas tomadas inmediatamente por el Gobierno fue la extensión del estado de excepción para Manabí y Esmeraldas por 30 días más. Los servicios eléctricos que se vieron afectados por las réplicas poco a poco se restablecieron.
Pero las réplicas continuaron el martes 12 de julio un enjambre de cuatro sismos se sintieron en tan solo una hora. Según reportó el Instituto Geofísico (IG), la más fuerte se produjo en la capital esmeraldeña, a las 13H32, y fue de 4,4 grados. Luego de ese primer remezón, las siguientes réplicas se reportaron a las 13H35; a las 13H54; y a las 14H04, con magnitudes de 4, 3.7 y 3.4 respectivamente.
Por su parte, el Instituto Geofísico descartó un posible terremoto en Esmeraldas y a través de su cuenta de twitter que “estos eventos no se pueden predecir en ningún lugar del mundo”. También solicitó a la ciudadanía “mantenerse informados por fuentes oficiales para evitar rumores mal intencionados”.
Como última medida, el Gobierno decidió que las entidades públicas e inicialmente unas 1000 familias deberán dejar definitivamente la isla de Muisne y ser ubicadas en la parte continental. Esto por estar ubicadas en una zona de riesgo ante posibles tsunamis que podrían ser generados por un terremoto.
