La medida reestructuraría el programa Medicaid del país para que los estados reciban una cantidad fija de dinero del gobierno federal cada año y ofrezcan a los individuos créditos fiscales reembolsables para comprar un seguro de salud, todos los cuales —según expertos— podrían resultar en que millones de personas pierdan el acceso al seguro que recibieron bajo la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare.
El proyecto inicial también mantiene en gran medida la protección de Obamacare para aquellos con condiciones preexistentes, pero permite a las aseguradoras cobrar primas más altas a aquellos que dejaron su que cobertura caducara.