A esta conclusión llegó después de escuchar a los representantes de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), de TAME y de la Corporación Aeroportuaria de Cuenca (Corpac), quienes asistieron a la Comisión de Gobiernos Autónomos para explicar sobre la operatividad del aeropuerto Mariscal La Mar, sobre todo, después de las dos obras que se han ejecutado en el lugar.
La primera, de rejuvenecimiento, se realizó en febrero, con una inversión de 500 mil dólares. Antes y después de esta obra, el gerente jurídico de la aerolínea, Iván Salgado, indicó que se habían reportado incidentes, de los cuales se tuvo un accidente, el 28 de abril, cuando un avión de TAME que cubría la ruta Quito-Cuenca perdió pista. Posteriormente, la Corpac adjudicó un contrato a la empresa Hidalgo-Hidalgo para realizar el recapeo en 2.850 metros de la pista, con una inversión de 800 mil dólares.
El representante de la Corpac, Juan Fernández, aseguró que los trabajos se hicieron de acuerdo con las exigencias técnicas. En el primer caso afirmó que según el informe de fiscalización se dio cumplimiento total a las características técnicas contratadas. En tanto, el segundo informe de fiscalización lo hará llegar a los legisladores, tal como lo solicitaron.
Bajo estas circunstancias, el titular de la DGAC, Giovanni Dillon, sostuvo que la pista está totalmente operable. Dijo que durante la ejecución de las obras esta institución ha realizado un acompañamiento técnico y que se realizó una verificación de coeficiente de fricción, de la rugosidad de la pista, calibración de ayudas visuales y refuerzo de procedimientos de verificación de condiciones.
Dillon explicó que la cancelación de vuelos está regulada y que la misma debe hacerse con anticipación. Comentó que TAME tiene abierto un expediente administrativo por la suspensión de un vuelo el 15 de septiembre, mismo que está en proceso. Además, indicó que se han tomado otras medidas para mejorar algunas condiciones, como un reporte metereológico cada 30 minutos, cuando antes se hacía cada hora. Señaló que el último filtro para la ejecución de un vuelo es el piloto, quien determina si hay riesgos para cancelar o interrumpir un vuelo.
“La seguridad en aviación es lo primero, no puede dejarse para después, sí ocurren incidentes no programados, como por ejemplo que un pájaro ingrese a una de las turbinas”, enfatizó Iván Salgado, tras los cuestionamientos de los legisladores Liliana Guzmán, Diego Vintimilla y Bayron Pacheco sobre las cancelaciones de vuelos minutos antes del despegue.
El funcionario aclaró que TAME volvió a operar en el aeropuerto de Cuenca desde el 14 de septiembre y que se han desarrollado desde Guayaquil 37 vuelos y desde Cuenca 36, de los cuales 6 fueron cancelados, uno por motivos de seguridad y cinco por inconvenientes no programados. Sobre este tema, el directivo de la DGAC añadió que las condiciones de seguridad han cambiado y que ahora son más exigentes.
No se trata de la cantidad, puede ser medio vuelo, lo que importa es que ahora estamos sensibles, entendemos las cuestiones de seguridad, pero en cualquier cancelación que se haga siempre nos preguntaremos, como usuarios, qué paso con ese casi 1, 5 millones que se invirtieron en la pista: necesitamos una respuesta, resaltó la asambleísta Liliana Guzmán.
Los legisladores Bayron Pacheco y Mariangel Muñoz señalaron que esta situación no solo que desincentiva el turismo de Azuay, del austro y del sur del país, sino que afecta a otros sectores como el comercial y a los migrantes, “muchos de ellos han perdido sus vuelos a Estados Unidos, España…a ratos nos sentimos estafados”, acotó Pacheco.
“Como autoridad vamos a estimular para que haya más líneas o se incorpore otro tipo de aviones, les daremos todas las facilidades para que eso suceda”, precisó el Director de Aviación Civil.