La oenegé, que utilizó los datos de Global Fishing Watch para realizar el cálculo, afirma que las embarcaciones pescaron calamar, una especie que es parte fundamental de la dieta de animales icónicos de las islas Galápagos, como lobos marinos y tiburones martillo.
Si bien el desplazamiento de la flota hacia el norte del Perú, según declaraciones del canciller ecuatoriano Luis Gallegos, causa cierto alivio, organizaciones advierten que el peligro para las especies continúa.
“El esfuerzo pesquero masivo y continuo de esta flota amenaza al equilibrio ecológico”, indica Oceana.
Antes de llegar a las cercanías de Ecuador, decenas de buques chinos, que pertenecen a la flota mencionada, estuvieron pescando en la frontera de la ZEE de Argentina, otro conocido punto de acceso para la pesca del calamar.
Luego se dirigieron a la ZEE del Perú. Los buques que transitaban tanto por el Atlántico como por el Pacífico convergieron en el extremo sureste de la ZEE ecuatoriana a fines de junio y pasaron julio abriéndose camino hacia el oeste. A partir del 13 de agosto, la pesca se concentró a lo largo de la frontera suroeste del Ecuador, dice Oceana.
“El movimiento de la flota china es preocupante, ya que los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación sugieren que las poblaciones de calamar argentino y de calamar de Humboldt han disminuido consecutivamente durante los últimos cuatro años”, añade la organización.
Estos datos demuestran que los océanos siguen estando bajo una enorme presión debido a las actividades humanas, dice Pablo Guerrero, director de conservación marina de WWF Ecuador en un artículo publicado por la organización recientemente.
Para el experto, los servicios que los mares prestan a la humanidad son invaluables, ya que el futuro del hombre depende de la salud de los océanos, que en buenas condiciones se encargan de proveer alimento, sostener empleos, proteger las costas y combatir el cambio climático.
Además, aclara que en aguas internacionales, donde se mueve esta flota, no existe libertad de pescar de forma indiscriminada, ya que la Convemar, instrumento legal ratificado por 168 países, incluidos China y Ecuador, manda a que los Estados cooperen en el manejo de los recursos transzonales y altamente migratorios a través de los Organismos Regionales de Ordenación Pesquera (OROP).
“El problema con esta sobredimensionada flota es que su método de operación en manada abre las puertas al cometimiento de una serie de irregularidades, como que entre las embarcaciones legalmente registradas se filtren barcos ilegales”, añade Guerrero.
También cuestiona que en la flota mencionada haya barcos nodriza, ya que si esto no es monitoreado de forma adecuada puede llevar a la sobrepesca de los stocks y convertirse en punto de entrada para que la pesca ilegal ingrese en la cadena de comercialización de productos legales. Además de que estos barcos apaguen sus sistemas satelitales.
“Las acciones de esta flota van contra las reglas implementadas por China para mejorar las prácticas de pesca sostenible. Lo sucedido en Galápagos plantea la cuestión de si estas reglas eran meramente retórica”, dice Oceana.
Nota Original: El Universo – LINK