Sobria, en blanco y negro, no coyuntural, «que permanece en el tiempo». Así describe a la más reciente edición de la revista Eskeletra su director, Ramiro Arias, quien dijo en entrevista con Efe que el 25 aniversario marca un nuevo inicio, un «replanteamiento».
La edición rescata una antigua entrevista de la escritora argentina Liliana Heker a uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX, Jorge Luis Borges, quien le dijo que la palabra muerte le sugería «una gran esperanza, la esperanza de dejar de ser».
En 100 páginas y entrelazados en entrevistas, ensayos, poesía, cuentos, cine y fotografía, escritores de Argentina, Brasil, Ecuador, Chile, México y Estados Unidos, son los protagonistas de ese «replanteamiento» al que hace referencia Arias.
«Sin darnos cuenta arribamos a los 25 años, pasaron rapidísimo y, evidentemente, con este número, la idea es un replanteamiento, una continuación, no es un final», dijo Arias, que comparte con el editor de la edición, el escritor ecuatoriano Huilo Ruales, el que la revista «no requiere deudos, sino lectores».
«Nuevos lectores de siempre, nuevos lectores nuevos. Y ello implica nuevas lecturas, nuevas escrituras», según el editor de la revista, que incluye a autores como Ana Minga, Adriana Tafoya, Agustín Guambo, Javier Lara, Juan Luis Martínez, Andrés Villalba, Ernesto Carrión, entre otros conocidos, aunque no siempre muy promocionados.
Para Arias, «todas las revistas están predestinadas al cementerio de las revistas literarias y, obviamente, en el caso de Eskeletra, lo que nos ha mantenido es el trabajo editorial, de lo contrario ya se hubiera terminado», dijo en referencia al apoyo económico que les ha significado la publicación de diversos libros de ciencias sociales en la editorial que comparte el nombre con la revista.
La «sorpresa» que le causa a Arias haber llegado al cuarto de siglo con la revista, se profundiza más en tiempos en que se temía -y aún suenan voces que así lo auguran-, que la era tecnológica mataría al libro de papel.
«Ahora tener un libro, revista impresa, es alternativo», eso es «bueno porque no hubo la muerte del libro impreso como se temía» con la llegada del libro electrónico, dijo al apuntar que han publicado medio millar de ejemplares de la edición «festiva».
Arias insiste en la importancia de publicar literatura, aunque «el nivel de lectura, al parecer, ha ido a la baja, en vez de subir, en varios países. En Ecuador, el nivel de lectura, según las estadísticas, no es muy halagador», añadió.
«De todas maneras, sacar una revista siempre oxigena el trabajo editorial, el contacto con los lectores. Oxigena también la posibilidad de decir que estamos vivos», subrayó Arias, un abogado y escritor, que tiene 5 libros de cuentos y dos novelas de su pluma.
Para él, en la buena literatura está «todo el conocimiento humano» y por eso insiste en la publicación de la revista, aunque el trayecto no ha sido fácil, como lo recuerda Ruales.
Por cosas «de la vida y la fortuna y cierto empecinamiento, ha logrado mantenerse en pie, durante estas dos décadas y media», señala.
Y comenta que «Ni siquiera la progresiva deserción de sus integrantes, llevados por sus destinos individuales, ha impedido que, de vez en cuando, y casi con sus huesudas manos (el logotipo de la publicación es un esqueleto), arme un nuevo número, por lo general insuflado de nostalgia más que de nuevos bríos».
«Hay todo el derecho a la memoria. Hay menos derecho a la nostalgia si nos interesa el presente y el futuro», apunta Ruales en el editorial de la revista, que se presenta hoy, y con la que Arias quiere mantener la posibilidad de transmitir la creatividad de los nuevos escritores en el sentido más amplio de la estética actual.
Y como actualmente hay gente más pegada a la televisión, el cinéfilo ecuatoriano René Jurado da una sacudida al comentar sobre varias «series fuera de serie» en un texto en la revista que termina con: «Si ha visto todas estas series, le aconsejo salir un poco a la calle y hablar con la gente, para volver a la normalidad».