«Efectivamente, este es un crimen muy peligroso y monstruoso», dijo Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, quien consideró «inadmisible» el uso de armas químicas en Siria.
Al mismo tiempo, llamó a EEUU a no extraer conclusiones precipitadas sobre la autoría del ataque que, según el Kremlin, beneficiaría principalmente a los enemigos del Gobierno legítimo en Siria y a los terroristas.