«Reconocemos las dificultades que afronta el régimen de alto el fuego en varias zonas del país, especialmente en el periodo más reciente… Hemos decidido intensificar nuestros esfuerzos para garantizar que este régimen se aplique en todo el país», señaló hoy un comunicado conjunto de Moscú y Washington.
La declaración cita concretamente como zonas donde se deben intensificar los esfuerzos a Alepo, Guta Oriental y Latakia.
Rusia se compromete, por su parte, a «trabajar con las autoridades sirias para minimizar el empleo de la aviación en zonas donde vivan civiles o formaciones que observen el alto el fuego», señala el comunicado.
Ambos países, como copatrocinadores del alto el fuego que entró en vigor el 27 de febrero pasado, afirman que emplearán su influencia «para presionar a las partes en el terreno para que observen la tregua y se abstengan de dar respuestas desproporcionadas a las provocaciones».
«Pedimos que las partes pongan fin a cualquier ataque indiscriminado contra civiles, o contra infraestructuras civiles e instalaciones médicas», agrega el texto.
También solicitan a las partes que eviten que llegue «apoyo material o financiero al grupo terrorista Estado Islámico (EI), el Frente al Nusra u otros grupos considerados terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU, así como para impedir que estos grupos crucen la frontera siria».
Las dos potencias acordaron además esforzarse en comprender mejor qué territorios están controlados por el EI o el Frente Al Nusra, ya que el alto el fuego no incluye los bombardeos contra esos grupos.
«El reto está en los casos en que Al Nusra y las partes del alto el fuego están localizados muy cerca los unos de los otros. Aunque Al Nusra esté excluido de la tregua, hay que asegurarse de que cualquier acción que se tome no dañe a civiles ni a las partes» en la guerra civil siria, dijo hoy un funcionario estadounidense.
Estados Unidos considera que el alto el fuego está en vigor en Alepo a pesar de que los combates en la periferia han dejado decenas de muertos en los últimos días, y confía en que se convierta en indefinido después de renovarse en tramos de 48 y 72 horas.
«Los combates en el suroeste de la ciudad implican a Al Nusra y otros grupos, así que no deberían tomarse como señales de que el cese de hostilidades no está en vigor en Alepo. Estamos totalmente comprometidos a extender la tregua en Alepo», subrayó el funcionario de EE.UU., que pidió el anonimato, en conversación con periodistas.
Rusia y EE.UU, se comprometen asimismo a hacer presión sobre las partes contendientes para que se garantice el flujo de ayuda humanitaria a las regiones donde la población lo requiera, «especialmente en las zonas asediadas y de difícil acceso», según los términos acordados por la ONU.
Por último, EE.UU. y Rusia acordaron «redoblar los esfuerzos para alcanzar un arreglo político al conflicto», después de que la oposición siria pospusiera en abril su participación en las conversaciones de paz en Ginebra debido a los continuos bombardeos.
El comunicado menciona específicamente la necesidad de garantizar una «transición viable», con lo que EE.UU. quiere asegurar a la oposición que sigue insistiendo en que Bachar Al Asad deje el poder.
«Esto debería aclarar las cosas a quienes estén dudando de si esta es una conversación real sobre la transición política», indicó el citado funcionario estadounidense.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, hablaron hoy por teléfono acerca de las nuevas medidas, según la Cancillería rusa.