El mandatario dijo que el acuerdo será debatido por los congresistas para aprobarlo o no, e iniciar así la implementación. El mandatario dijo que es preciso recordar que él no tenía la obligación de someterlo a plebiscito, pero lo hizo y que tras la votación escuchó las propuestas del no para el nuevo pacto.
Santos dijo que con este nuevo documento —al que se ha referido como un «mejor acuerdo»— cuenta ahora con apoyo de más sectores de la población, como los pastores evangélicos y la Iglesia católica.
«Si el llamado fast track se puede poner en marcha, eso acelera la implementación», dijo.
Frente a las críticas que ha suscitado este nuevo acuerdo, el presidente de Colombia explicó que “los procesos de paz por naturaleza son imperfectos y siempre habrá quienes se oponen”. Además, reconoció que “las FARC no han sido derrotadas, han sido debilitadas, pero no derrotadas”.
De hecho, recordó que “las víctimas y sus derechos están en el centro”, por eso aseguró que en todo el proceso siempre se buscó el “máximo de justicia que nos permita la paz”.
El nuevo acuerdo que fue alcanzado el pasado 12 de noviembre.
El acuerdo, llamado oficialmente «Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera» fue comunicado a la población y a los impulsores de la opción del no en el plebiscito para refrendar el primer documento emanado de las conversaciones.
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El presidente insistió en que “efectivamente se hicieron muchísimos cambios de fondo” y que este “nuevo acuerdo tenemos que implementarlo a la mayor brevedad posible porque el cese al fuego se está desmoronando y es lo peor que le puede pasar al país”.
Al respecto, Santos fue enfático en dejar claro que este nuevo acuerdo incluyó las preocupaciones de los promotores del no y fue «un ejercicio muy intenso, democrático». Indicó que se recibieron 500 propuestas que fueron ordenadas en 57 temas.
Además, «las delegaciones acordamos que el mecanismo de refrendación de este Acuerdo será a través del Congreso de la República y estamos precisando los procedimientos que se van a utilizar para este propósito», dice el comunicado.
Participación política de guerrilleros
El mandatario fue tajante en que no se podía renegociar “el derecho de los guerrilleros a participar en política porque de eso se trata el proceso de paz”. Incluso, Santos reiteró que muchas negociaciones en otras partes del mundo también permitieron que los excombatientes pudieran llegar a la política. Y que eso es lo que han logrado “los alzados en armas en otros procesos”.
En este sentido, agregó, “los guerrilleros de las FARC son los que se están sometiendo a nuestra constitución, a nuestras leyes, incluso están aceptando que sean los soldados, sus antiguos enemigos, los que los custodien”.
«Vamos a conseguir el máximo de justicia que nos permita la paz», señaló.
Para el mandatario, si no se implementa ya el acuerdo, «se desmorona el cese del fuego».
«Mecanismo idóneo»
En alocución en la noche del martes, el presidente Juan Manuel Santos reiteró que la firma será el jueves. El mandatario dijo que «una creciente opinión señala que el Congreso es la instancia más idónea para refrendar el acuerdo de paz» y que por tanto considera que «la vía más conveniente» para refrendarlo es el Congreso y que así procederá.
Santos dijo que la decisión se toma para promover la unión y evitar la polarización de una nueva campaña hacia un plebiscito.
El escenario en el Congreso
Las posibilidades de que el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC sea refrendado son muy altas, pues la ‘Unidad por la Paz’ (la coalición legislativa que apoya el proceso) comprende el 80% y la oposición, en temas de paz, es del 20%, según explicó Mauricio Lizcano, presidente del Congreso de Colombia a CNN en Español.
“En el Congreso de Colombia hay una Unidad Nacional que apoya al presidente y una unidad más grande de partidos que apoyan la paz”, dijo Lizcano. “Para este caso específico más o menos el porcentaje es de 80%-20%”.
