Ambos están reunidos desde la mañana de este jueves 20 de junio en la presidencial Casa de Nariño, en el centro de Bogotá, como parte del «proceso de empalme» entre el gobierno entrante y el saliente, informó la presidencia en un comunicado.
«Muchas felicitaciones, muy bienvenido a su casa», dijo Santos al recibir a Duque en la sede de gobierno, según un video divulgado por la presidencia. Duque, de 41 años, fue elegido presidente el domingo en un histórico balotaje en el que derrotó por amplia ventaja al exguerrillero Gustavo Petro.
Ahijado político del expresidente Álvaro Uribe (2002-10), el exsenador es un feroz opositor al gobierno liberal de Santos, que dejará el poder en agosto tras dos mandatos de cuatro años. Aunque inició su carrera política de la mano del presidente actual, Duque ganó la presidencia con la promesa de modificar el histórico acuerdo de paz que el año pasado desarmó y transformó en partido político a la poderosa exguerrilla FARC.
En concreto, el mandatario electo busca que los jefes rebeldes implicados en crímenes de lesa humanidad paguen un mínimo de cárcel y no puedan ejercer como congresistas. Además del encuentro entre Santos y Duque se lleva a cabo una junta entre los equipos designados por ambos presidentes para analizar los logros y desafíos del país.
Será un proceso «organizado, transparente y objetivo, donde se miren los temas que se hicieron, los logros, las cosas que se deberían continuar y las cosas pendientes», dijo la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, encargada por Santos para liderar la transición. Duque también promete endurecer las condiciones para continuar las negociaciones con el ELN, reconocido por el gobierno como el último grupo rebelde del país.
El gobierno de Santos -premio Nobel de la Paz en 2016- centró sus esfuerzos en poner fin al conflicto armado que durante medio siglo ha enfrentado a guerrillas, paramilitares, agentes estatales y narcotraficantes, dejando ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
Fuente: El Telégrafo