Desde febrero de 2017 Haspel se desempeñaba como subdirectora de la CIA bajo el mando de Mike Pompeo –que a su vez fue la elección de Trump para reemplazar a Rex Tillerson como secretario de Estado–.
Se trata de una funcionaria que hecho carrera en la CIA, a la que se unió desde 1985. Además, en los últimos meses, Haspel ha dirigido las operaciones diarias de la agencia, mientras Pompeo ha pasado mucho tiempo en la Casa Blanca, según señalaron funcionarios y exfuncionarios de la CIA con conocimiento del tema, así como un exempleado de la Casa Blanca.
Un exfuncionario de la CIA sostuvo que el ascenso de Haspel es «bueno para ambas partes: la CIA y el Estado». De hecho, en su nombramiento como subdirectora el año pasado, Haspel recibió elogios de altos funcionarios tanto del gobierno Obama y como del de Bush, incluidos el exdirector de Inteligencia Nacional James Clapper y el exdirector de la CIA Michael Hayden.
Durante el tiempo que lleva en la agencia, Haspel ha ocupado varios cargos principales de liderazgo, incluidas posiciones directivas en el Servicio Nacional Clandestino y en el Centro Nacional de Contraterrorismo, así como múltiples puestos de jefa de secciones, informó un comunicado de la CIA. La funcionaria también ha recibido una serie de reconocimientos durante su carrera, incluido el premio de rango presidencial: el más prestigioso en el servicio civil federal.
Según el diario The New York Times, Haspel ha pasado la mayor parte de su carrera como encubierta.
Mientras dirigía una prisión de la CIA en Tailandia, apodada «sitio negro», ella supervisó la tortura de dos sospechosos de terrorismo. Además, su nombre apareció en un cable en el que daba instrucciones para destruir las pruebas en video que documentaban sus interrogatorios,según el Times. De acuerdo a los informes, uno de los sospechosos fue sometido a interrogatorios con agua 83 veces en apenas un mes.
Haspel, como reportó The New York Times en febrero pasado, tuvo un papel directo en el programa de la CIA que entregó militantes capturados a gobiernos extranjeros y que los mantuvo en sitios secretos, donde fueron torturados por personal de la CIA.
Haspel fue la jefa de personal de José Rodríguez cuando él dirigió el Centro Nacional de Contraterrorismo de la CIA, según antiguos funcionarios de la agencia. En el libro de memorias de Rodríguez, Hard Measures, aparece que él le pidió a Haspel preparar un telegrama para autorizar que se destruyeran con una trituradora industrial las grabaciones de los interrogatorios que sufrieron los terroristas detenidos, incluido Abu Zubaydah, un sospechoso de pertenecer a Al Qaeda que sufrió torturas con agua bajo custodia de la CIA, según un informe del Senado. Sin embargo, Rodríguez dijo que él personalmente envió el telegrama.
En 2013, la senadora demócrata por California Dianne Feinstein bloqueó el ascenso de Haspel dentro del servicio clandestino, reportó el New York Times. Y, en 2017, un puñado de demócratas en el Senado le pidieron a Trump que la retirara de su cargo como subdirectora, según el periódico The Hill.
Fuente: CNN en Español