En primer lugar, la Senescyt reconoce que la Flacso, durante su trayectoria institucional, “ha aportado significativamente en el proceso de fortalecimiento de la calidad del sistema de educación superior en el país”. Este esfuerzo institucional se expresa en el último proceso de evaluación y acreditación, en el cuál fue ubicada en la máxima categoría: “A”.
Así mismo, menciona, el Gobierno Nacional reconoce el carácter internacional de Flacso, Ecuador, y el estricto cumplimiento al principio de la autonomía universitaria, tal como lo expresa la Ley Orgánica de Educación Superior. “Bajo ningún concepto se pretende que la Flacso pierda su condición de internacional; no obstante, las instituciones que reciben asignaciones del Estado se deben acoger a las leyes nacionales; sobre todo en lo relacionado a la rendición de cuentas”, especifica el documento.
Esto debido a que el Gobierno planteó la necesidad de cambiar el mecanismo de asignación de los recursos para becas de cuarto nivel, mediante financiamiento directo a los estudiantes, con el fin de promover un sistema más justo y eficiente del reparto de recursos en el posgrado ecuatoriano. No obstante, la Flacso podrá seguir recibiendo recursos para investigación científica.
“Los estudiantes que se encuentran recibiendo becas o los que ya han sido aceptados para empezar clases con el actual mecanismo de asignación de recursos seguirán recibiendo dichos beneficios hasta la finalización de su programa académico, conforme a los requisitos establecidos por la Institución. Ninguna normativa es retroactiva”, agrega el comunicado.
Por otro lado, la Senescyt hace un llamado a no olvidar que nunca antes en la historia de la Flacso, la institución ha recibido tanto recursos como en el período de este Gobierno, equivalente a 92’699.199 dólares.
Autoridades de Senescyt y Flacso han mantenido un diálogo permanente, por lo cual, considera la institución rectora de la educación superior, “para tomar acciones en base a un proyecto no oficial no aporta en el debate académico, por el contrario lo reduce al ámbito de la subjetividad y la confrontación política, razón por lo cual aspiramos que el diálogo prevalezca, siendo este un principio fundamental de la democracia y del ámbito universitario”, concluye.