“Esta ha sido una decisión muy difícil, dolorosa pero necesaria”, dijo una de las diputadas, Luciana Berger, en una rueda de prensa organizada en Londres.
La principal fuerza política de oposición en Reino Unido enfrenta desde hace meses acusaciones de “delitos de odio antisemita” que llevaron a la apertura de una investigación policial en noviembre.
Scotland Yard afirmó entonces haber recibido un informe que reúne 45 posibles casos de antisemitismo, entre los cuales hay ejemplos de mensajes de odio publicados por miembros de la formación en las redes sociales. Tras su elección al frente del partido en septiembre de 2015, su líder Jeremy Corbyn, defensor de la causa palestina, fue tachado de antisemita.
Posteriormente, la dirección suspendió a varios de sus miembros y los hizo dimitir por haber hecho declaraciones antisemitas. Sin embargo, Corbyn, representante del sector izquierdista de la formación, sigue siendo acusado de no actuar con suficiente dureza ante los comentarios antisemitas.
Las acusaciones de antisemitismo ya habían llevado a la dimisión del diputado Frank Fiel, que rompió a finales de verano el carnet del partido y acusó a la dirección de “no hacer nada ante el deterioro de nuestros valores fundamentales”.
Los diputados dimisionarios, que llamaron a quienes estén de acuerdo con ellos a seguir su ejemplo y sumarse al nuevo grupo, expresaron asimismo su desacuerdo con la falta de determinación mostrada para frenar el brexit por Corbyn, quien no respaldó la convocatoria de un segundo referéndum.
“Me decepciona que estos diputados se hayan sentido incapaces de seguir trabajando en las políticas laboristas que inspiraron a millones de personas en las últimas elecciones y que nos han visto aumentar nuestro voto en la mayor proporción desde 1945”, reaccionó Corbyn en un comunicado.
“El gobierno conservador está metiendo la pata con el brexit, mientras que el Partido Laborista ha establecido un plan alternativo unificador y creíble”, agregó el líder de la formación, que recientemente propuso a la primera ministra conservadora, Theresa May, darle su apoyo si optaba por un Brexit que permita la permanencia del país en la unión aduanera europea. May se opone a este escenario.
Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK