Aquello fue luego de las más de seis horas de lluvia que originaron la aparición de una quebrada y el posterior desbordamiento del estero que atraviesa esta parroquia rural de Montecristi.
Epifanio Anchundia, uno de los habitantes de esta parroquia, reconocida en el país por la elaboración de figuras de barro, trataba de retirar, la mañana de ayer, todo el lodo que llegó a su casa. “A las 3:00 el agua nos llegó hasta el pecho, fue una lluvia tan fuerte que aquí nadie durmió, porque pensamos que podía venirse algo peor”, indicó.
Absalón Lucas, otro habitante, contó que la última vez que se desbordó el estero que atraviesa la parroquia fue en el invierno de 1982, que también dejó muchas pérdidas en esta localidad. El estero se llevó algunas pertenencias, mientras otras quedaron en el fango.
Ronald Cárdenas, vecino de Lucas, encontró bajo el agua la portátil donde guarda documentos y otras actividades de sus estudios de primer semestre de Enfermería de la Universidad Estatal del Sur de Manabí, de Jipijapa. Para este lunes tenía que dar un examen, pero ya no podrá utilizar su portátil ni otra computadora que tenía, ya que ambas quedaron inservibles tras pasar varias horas bajo el agua.
Neptaly Santana, expresidente de la junta parroquial de La Pila y actual funcionario del área ambiental del Municipio de Montecristi, indicó que unas 80 viviendas quedaron anegadas en la cabecera parroquial de esta localidad.
En cambio, en localidades de la parroquia Crucita, de Portoviejo, la lluvia que empezó a las 23:00 del sábado 13 y que cesó a las 4:00 del domingo 14 anegó viviendas, al igual que cultivos de arroz y maíz en varios sectores de esta localidad.
Andrea Delgado, presidenta de la junta parroquial de Crucita, señaló que la aparición de quebradas como Río Blanco, Mesías y La Sequita ocasionaron problemas en sectores como Las Gilces, Los Ranchos, Los Arenales, La Sequita, Río Grande, San Silvestre, Correagua, Los Almendros y otros.
A más de las pérdidas económicas en electrodomésticos, ropa y otros enseres, la fuerte lluvia dejó afectaciones en cultivos de arroz y maíz.
“Alrededor de 200 familias quedaron anegadas tras la lluvia. Hay mucho dolor y tristeza, porque también han perdido cultivos de arroz y maíz; toda su soberanía alimentaria se acaba de terminar en este momento”, recalcó Delgado.
Maquinaria de la Prefectura de Manabí laboraba en ambas parroquias para retirar los desechos que dejó al paso el desbordamiento de esteros y quebradas en esas localidades.
Nota Original: El Universo – LINK