Argentina, cuna de astros internacionales del fútbol como Diego Maradona y Lionel Messi, no hay forma que empiece el torneo local hundido en un descalabro financiero e institucional sin precedentes para el país que ocupa el primer lugar en el ranking de la FIFA.

Agencia Andes

La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció el viernes en la tarde que se suspendían los dos partidos que se iban a disputar en la noche entre Rosario Central-Godoy Cruz y San Lorenzo-Belgrano.

Con esta decisión se posterga el arranque de la 15ª fecha pero persiste un clima de incertidumbre en los clubes, con posiciones contrapuestas entre las distintas divisiones del deporte nacional argentino, que no vuelve a las canchas desde el receso estival en diciembre.

A la postre, la selección mayor en repechaje hacia Rusia-2018, la Sub-20 clasificada por poco al mundial y Sub-17 casi afuera. La pintura general del fútbol es caótica.

Pero un país con más de 40 millones de personas, la mayoría devotos del fútbol, espera ver a sus jugadores metiendo goles y peleando títulos en las canchas, en vez de verlos con idas y vueltas a reuniones para cobrar el sueldo.

Los futbolistas mantienen desde el viernes pasado una huelga por salarios adeudados hasta hace cuatro meses, ante la amenaza de ser sancionados por la AFA y las duras críticas de Maradona por un torneo que no empieza.

Las discusiones a contrarreloj en la sede del Ministerio del Trabajo entre dirigentes y la AFA se retomará a las 19H00 (22H00 GMT) del viernes con miras a destrabar el conflicto.

Algunos equipos de la segunda división de la región metropolitana sí jugarán, lo que supone una ruptura parcial de la medida de fuerza. «AFA nos programó la fecha y nosotros vamos a cumplir», dijo Dante Marjori, presidente de la Divisional D (quinta división).

El viernes «no va a haber fútbol. Dije hoy que la cosa estaba peor que ayer, ahora digo que está peor que hoy a la mañana», anunció el jueves en la noche el representante sindical de los jugadores Sergio Marchi, titular de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA).

«Empezar ya»

La FAA lanzó la huelga el viernes pasado y prometió mantenerla hasta que los clubes reciban el dinero adeudado por la AFA, que atraviesa una severa crisis económica y moral.

«La decisión es retener tareas por la razón que no se ha podido cancelar la deuda con los futbolistas desde hace tres o cuatro meses, y que venimos reclamando desde enero», comentó Marchi.

Pero Maradona reclamó que «el fútbol tiene que empezar ya», en declaraciones al diario deportivo Olé. «No se puede negociar más con ladrones», añadió en referencia a Marchi.

Cajas vacías

A las reuniones han asistido los máximos referentes de los clubes de primera división argentina.

Ante la versión que circuló de que los clubes podían usar juveniles, Marchi sostuvo que eso «sería un retroceso, una medida reaccionaria».

El gobierno argentino había anunciado el jueves el depósito de 350 millones de pesos (unos 22 millones de dólares) a la AFA por el pago de la deuda con el fin de destrabar la huelga de futbolistas.

Pero la FAA sostiene que además de que el dinero recién se acreditará el martes próximo, la deuda con los clubes es más del doble del monto entregado por el gobierno.

La deuda del gobierno corresponde a la rescisión del contrato Fútbol para Todos (FPT), un programa instaurado durante el gobierno de Cristina Kirchner (2007-2015) por el cual el Estado pagaba un canon a la AFA por los derechos para transmitir por televisión abierta los partidos desde 2009.

La FAA denunció «la decadente situación que padecen en la actualidad numerosos clubes que participan en las diferentes competencias profesionales».

La díscola AFA

El viernes pasado una asamblea de la AFA aprobó la rescisión del contrato con el Estado, un nuevo estatuto con respaldo preliminar de la Conmebol y la FIFA.

Además se fijó el 29 de marzo para la elección de un nuevo presidente para poner fin a la crisis institucional que provocó la intervención de la FIFA y del gobierno de Mauricio Macri, expresidente de Boca Juniors y señalado por algunos dirigentes como causante del descalabro actual.

El nuevo estatuto supone reorganizar a la AFA, inmersa en una crisis tras la muerte en 2014 de Julio Grondona, quien presidió a la institución como un ‘todopoderoso’ por 35 años.

Pero la asamblea de la asociación objetó un punto del nuevo estatuto que delega a una comisión de la Conmebol la realización de un examen de idoneidad a los candidatos a presidir la AFA.

FIFA y Conmebol advirtieron que si la AFA no cumple con lo establecido podría ser sancionada.