La queja fue planteada en un centro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en Holanda, que estará a cargo de su supervisión, según un comunicado.
También están mencionados en el documento dos bancos de inversión, el holandés APG Asset Management y el noruego Norges Bank, que poseen parte del capital del gigante mundial de la comida rápida por unos 1.700 millones de dólares, según los sindicatos.
La coalición sostiene que se trata de la primer recurso por «acoso sexual generalizado en una empresa multinacional» dentro del marco de las directrices de la OCDE.
Esos principios prevén especialmente que las multinacionales y sus accionistas respeten derechos laborales tales como la protección de los empleados contra la violencia sexual.
En testimonios reunidos por los sindicatos se encuentran acusaciones que van desde «comentarios vulgares hasta agresiones físicas» sufridos por trabajadores en Australia, Brasil, Chile, Colombia, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
«La violencia y el acoso basado en el género forman parte de la cultura de McDonald’s», estimaron, e hicieron mención a «tocamientos, besos forzados y otras formas de contacto físico no deseado (que) son una forma de agresión sexual que viola la integridad física de las víctimas».
«Los empleados de McDonald’s hicieron sonar la alarma hace años sobre el acoso sexual y la violencia basada en género, pero la empresa, que posee desde su cúpula una cultura podrida, no tomó medidas», dijo Sue Longley, secretaria general de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación.
La queja está a estudio del gobierno holandés, que decidirá de aquí a tres meses si da inicio a un proceso de mediación con la empresa de los arcos dorados.
Según la acusación, McDonald’s, cuya sede se encuentra en Estados Unidos, deslinda equivocadamente su responsabilidad sobre las condiciones de trabajo de sus empleados, alegando que 90% de sus restaurantes operan bajo el régimen de franquicias.
La presentación en Holanda, dijeron los sindicatos, se debe a que en ese país se encuentra el «centro nervioso» de McDonald’s en Europa, y también la sede del banco APG.
Nota Original: AFP – LINK