«La mitad de la ciudad desapareció», dijo el alcalde de Amatrice, Sergio Pirezzi, el miércoles a la RAI, afiliada de CNN.
Se espera que el número de muertos aumente a medida que los equipos de rescate siguen trabajando entre los escombros, con réplicas regulares que suponen una amenaza continua.
Desde el terremoto de 6,2 se han registrado varias réplicas, incluida una de 5,5, también en Norcia, una hora después del sismo y otra de 4,7 este jueves temprano, según USGS. Las réplicas obligaron a mucha gente a salir de sus casas en las zonas afectadas.
Más de 1.000 personas fueron desplazadas por el terremoto. Protección Civil dijo que no se les permitió a los residentes dormir en la devastada ciudad de Amatrice el miércoles por la noche.
«En este momento sentimos un dolor terrible», dijo el primer ministro italiano, Matteo Renzi, después de recorrer algunas de las zonas afectadas.
Dirigiéndose a la nación el miércoles, Renzi se comprometió a no escatimar esfuerzos mientras todavía se puedan salvar vidas.
«En tiempos difíciles, Italia sabe qué hacer», dijo.
Mientras, los equipos de rescate luchan contra el reloj para salvar más vidas, atrapadas entre los escombros.
