Tras el vuelo del grupo privado estadounidense SpaceX, Rusia ya no es el único en enviar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) y la pérdida de ese monopolio lo obligará sin duda a remodelar su programa espacial, estiman los expertos.

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Créditos: AFP

Spacex, que despegó el sábado de Florida con dos astronautas, se acoplará este domingo a la ISS, tras un vuelo de 19 horas.

Esta es la primera misión desde el fin en 2011 de los vuelos de naves estadounidenses hacia la ISS, lo que dejó a los cohetes rusos Soyuz, más seguros y menos caros, la exclusividad de los vuelos tripulados

Durante nueve años, los viajeros a la ISS salieron todos del cosmódromo de Baikonur, tras haber seguido entrenamientos en Rusia y aprendido la lengua de Pushkin.

Con gran «fair play», la agencia espacial rusa Roskosmos felicitó este domingo a SpaceX por el exitoso despegue de su cohete.

«Quisiera saludar a nuestros colegas estadounidenses», declaró en un video publicado en la página Twitter de Roskosmos el cosmonauta Serguéi Krikaliov, director ejecutivo de la agencia espacial rusa para los programas de vuelos tripulados.

«El éxito de esta misión nos va a aportar nuevas oportunidades que beneficiarán a todo el programa internacional» de vuelos tripulados en el espacio, agregó.

– Un duro golpe –

Pero el golpe es duro. «Esos vuelos eran una inesperada oportunidad para Moscú de seguir su producción de Soyuz y preservar su peso en las negociaciones sobre la ISS», subraya Isabelle Sourbès-Verger, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) francés, y especialista en políticas espaciales.

Roskosmos aprovechó la situación de forma financiera al facturar a la NASA unos 80 millones de dólares por cada plaza hacia la ISS.

Si SpaceX transporta ahora a astronautas estadounidenses, «la pérdida anual podría superar los 200 millones de dólares, una suma importante para Roskosmos y su presupuesto de unos 2.000 millones de dólares», calcula Andrei Yonin, experto en la academia espacial Tsiolkovski de Moscú.

Nota Original: AFP – LINK