En un comunicado, el Departamento de Exteriores dice que detrás de esta decisión está el «asalto brutal a la embajada saudí en Teherán y su consulado en Mashhad», que tuvieron lugar en la noche del sábado al domingo.
La decisión se enmarca en la tensión entre los países suníes y chiíes del Golfo pérsico generada por la ejecución del clérigo chií Nimr Baqir al Nimr en Arabia Saudí el pasado sábado.