Suecia guardó hoy al mediodía un minuto de silencio por las víctimas del atentado del pasado viernes en el centro de Estocolmo, en el que murieron cuatro personas y quince resultaron heridas.

En el exterior del ayuntamiento de la capital sueca, con las banderas a media asta en señal de duelo, se celebró una ceremonia en recuerdo de las víctimas, a la que asistieron las principales autoridades del país, así como representantes de la policía y del personal sanitario y de emergencia, en reconocimiento a su labor.

«No estáis solos, pensamos en vosotros, toda Suecia está con vosotros», dijo en referencia a familiares y supervivientes del atentado el primer ministro, Stefan Löfven, quien afirmó que «nuestra democracia triunfará sobre el fundamentalismo».

La alcaldesa de Estocolmo, Karin Wanngård, resaltó la reacción de todos los habitantes de la capital y prometió que ésta seguirá siendo «una ciudad abierta», mientras que la presidenta regional, Irene Svenonius, hizo un llamamiento a la unidad.

La ceremonia estuvo presidida por los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, acompañados por la princesa heredera Victoria y su esposo, el príncipe Daniel; y el príncipe Carlos Felipe y su mujer, la princesa Sofía.

También asistieron el presidente del Parlamento, Urban Ahlin; miembros del gobierno, autoridades regionales y locales y los alcaldes de Copenhague y de Oslo.

Dos personas han sido detenidas por los atentados, incluido el supuesto autor del ataque, un uzbeko de 39 años cuya solicitud de asilo había sido rechazada el pasado verano y sobre el que pendía una orden de expulsión.

Cuatro personas murieron -dos suecos, un belga y un británico- y nueve permanecen hospitalizadas, dos de ellas muy graves.