«Las operaciones de evaluación y ayuda están en marcha con normalidad en todas las provincias afectadas», dijo a Efe el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres afgano, Omar Mohammadi.
«Ya estábamos preparados y había suficientes provisiones de comida y ayuda no alimenticia en todas las regiones afectadas y en este aspecto no tenemos problemas», subrayó el portavoz.
El seísmo de 6,2 grados en la escala Richter con epicentro en el noreste del país afectó a ocho de las 34 provincias afganas, a las de Badakhshan, donde se localizó el epicentro, Takhar, Baghlan y Parwan en el noreste; Nangarhar, Kunar y Laghman en el este; y Paktia en el sureste.
«Todos los aeropuertos en las provincias afectadas están operativos y no hay problema en las operaciones de ayuda, (…) en coordinación permanente entre agencias nacionales e internacionales, todos intentando responder con eficacia», añadió.
Mohammadi indicó que aunque algunas carreteras quedaron cortadas, «se había enviado por adelantado materiales de ayuda en aquellas zonas donde sabíamos que podían quedar bloqueadas».
«Solo hay algunos problemas en el distrito de Kohistanat en Badakhshan debido al bloqueo de la carretera, pero estamos seguros de que se resolverán pronto», apuntó.
La provincia de Nangarhar es la más afectada, pues se registraron 13 de los 19 heridos, aunque «todos dejaron los hospitales tras recibir el adecuado tratamiento médico», declaró a Efe el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.
Khogyanai explicó que de las 130 casas afectadas total o parcialmente en el país, 104 se encuentran en la capital de la provincia, Jalalabad.
Al menos 60 cabezas de ganado murieron en el seísmo en esta provincia, señaló.
El terremoto tuvo su epicentro en una zona donde se han registrado varios seísmos desde octubre y provocó al menos cuatro muertos y más de cien heridos, la mayoría en el vecino Pakistán como ya sucediera en un temblor de gran magnitud hace dos meses.
En la misma zona, un temblor de 7,5 grados dejó en octubre cerca de 400 muertos entre ambos países.
En noviembre, otro seísmo, de 5,9 grados y también con epicentro en Badakhshan, destruyó casas y produjo importantes pérdidas económicas, aunque sin que se reportara entonces que ocasionara muertos ni heridos.