El Alto Comisionado de Paz autorizó a Rodrigo Londoño, de 59 años y conocido como “Timochenko”, viajar a La Habana después de que permaneciera dos días en cuidados intensivos en una clínica en Villavicencio, en el centro del país, cercana a la zona donde la semana pasada las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) celebraron el final de la guerra interna.
Minutos antes Timochenko, quien durante su recuperación publicó varias fotos en la red social Twitter, difundió dos imágenes en las que aparecía sonriente en un automóvil al aire libre. “Volvemos para seguir dando la lucha por la paz”, escribió.
El jefe guerrillero había ingresado el domingo a una clínica por una disminución de la fuerza muscular en un brazo y fallas en el habla, dijeron doctores en una conferencia de prensa. Los médicos decidieron mantenerlo en cuidados intensivos como medida preventiva pero el mismo domingo ya había recuperado 90% de movilidad y capacidad lingüística.
“Su recuperación avanza positivamente”, escribió el martes Iván Márquez, otro líder del grupo rebelde, también en Twitter.
El incidente sucedió cinco días después de la dejación de las armas individuales de las FARC a manos de Naciones Unidas. Los rebeldes entregaron al organismo internacional más de 7.000 pistolas y fusiles aunque todavía falta abrir cientos de depósitos ocultos en la selva donde la guerrilla almacenaba material pesado de guerra.
Después de cerrar medio siglo de un enfrentamiento armado que dejó más de 250.000 muertos, 60.000 desaparecidos y millones de desplazados, las FARC tienen previsto constituirse en un partido político a partir de agosto.
Cuba fue anfitrión de las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC que llevaron a un acuerdo a fines del año pasado.