Un equipo de cardiólogos en Boston, Estados Unidos, realizó un estudio en el que analizaron los hábitos, en el consumo de alcohol, de miles personas del programa de investigación Mass General Brigham Biobank. Los resultados fueron por decir lo menos, llamativos, pues quienes tomaban entre una y 14 de copas a la semana, presentaron menos niveles de estrés y probabilidades de estresarse.

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Por años, investigaciones epidemiológicas demostraron que el consumo moderado de bebidas alcohólicas reduce el riesgo de sufrir incidentes cardiovasculares graves, como infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares. Este consumo moderado, en el caso de los hombres, es de uno o dos tragos, y para las mujeres, menos de uno.

Sin embargo, nunca se pudo descifrar los motivos científicos por lo que esto sucede. Esto dio paso a un nuevo estudio realizado por un equipo de cardiólogos en Boston, quienes encontraron que la clave para su explicación estaría en el cerebro.

Ahmen Tawakol, autor principal del estudio, indicó que cuando alguien ingiere alcohol existe una sensación de relajación. Esto se comprobó mediante miles de escáneres cerebrales realizados a quienes participaron de la investigación, descubriendo que quienes eran bebedores leves o moderados, mostraron menos estrés en la amígdala, un sector del cerebro que procesa el miedo y las amenazas.

El experto señaló que estos cambios a nivel cerebral producen efectos cardiacos protectores ante eventos mortales como infartos, sobre todo en pacientes con antecedentes de ansiedad.

La cantidad moderada de alcohol que brindó estos resultados, según los expertos, fue entre una y 14 copas semanales. Pese a esto, debido al riesgo de padecer algún tipo de cáncer por el consumo de estas bebidas, hicieron un llamado a recurrir a otros mecanismos para acceder a estos mismos beneficios mediante el ejercicio o la meditación.

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