Según la funcionaria del MIES, Berenice Cordero, un evento de la magnitud del terremoto sufrido en Manabí y Esmeraldas, altera la vida cotidiana de sus moradores y es importante atender de manera urgente a los niños afectados, que según datos de la UNICEF, llegarían a los 150 000.
Cordero indicó que la proyección de UNICEF es razonable en función de que hay varias zonas golpeadas por el terremono. No obstante, aseguró que serían unos 10 000 niños los afectados directamente por la tragedia. Resaltó, sin embargo, que hasta el momento no hay niños que hayan quedado en condiciones de orfandad.
Explicó que, de acuerdo con normas nacionales e internacionales, ninguna persona está autorizada a encargar niños a ninguna familia. Los niños requieren atención inmediata pero a través de organismos oficiales, como el MIES en el caso de Ecuador.
Su trabajo, dijo, es evitar un mayor sufrimiento de los menores de edad y la meta, aliviar el sufrimiento. Lamentablemente, después de un evento traumático para toda la familia, los niños, que de por sí son víctimas de violencia intrafamiliar, se exponen a un maltrato mayor cuando las condiciones de convivencia se vuelven difíciles.
Finalmente, Cordero reiteró a la ciudadanía que no han solicitado familias temporales para los niños y quien tenga interés en colaborar debe comunicarse con el 1800 APOYA.