El 21 de agosto de 2016, un policía que realizaba un patrullaje de rutina en la Panamericana Norte, sector de Calderón, encontró el cuerpo de la víctima en la cajuela de su propio auto. Su muerte habría ocurrido la noche del 19, en su domicilio ubicado en Cumbayá.
En calidad de autor directo fue llamado Ángel G. quien, al tiempo de sucedido el asesinato, trabajó como guardia de la urbanización donde residía la víctima y su hija, habría asestado golpes en la cabeza de Alexandra hasta dejarla sin vida, hecho ocurrido a las 23:00 del 19 de agosto de 2016, en el garaje de la casa. Camila Ch. hija de la víctima, fue convocada a juzgamiento como autora mediata del hecho delictivo.
Habría planificado el crimen y una vez consumado, se presume que trasladó el cadáver en el vehículo de su madre desde la cochera de la vivienda hasta la Panamericana Norte.
Al parecer desvió la investigación al entregar a la Fiscalía una primera versión con hechos falsos y después de tres meses de sucedido el delito rinde una segunda versión con un relato distinto, que a decir de la acusada, es la verdad de los hechos, explicó el fiscal Darwin Jaramillo en la audiencia.
El tercer procesado, Francisco A., amigo de Camila, afrontará el juicio en calidad de cómplice del delito de asesinato, ya que, mientras el crimen se consumaba habría retirado 610 dólares en cinco cajeros distintos, presuntamente para pagarle a Ángel G., además habría ayudado a Camila a limpiar la sangre del piso y paredes del garage y a deshacerse del objeto con el que se propinó golpes a la víctima.
La privación de libertad por asesinato es de 22 a 26 años, a lo que se añade un tercio de existir circunstancias agravantes.
Fuente: El Telégrafo