Las principales economías del mundo han retirado su prolongado apoyo público al libre comercio después de su primera reunión con el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20, el grupo de las 20 economías líderes, incluyendo Estados Unidos, China, México, Alemania e India, tuvieron dos días de duras reuniones en la ciudad alemana de Baden-Baden.
La declaración oficial emanada de la reunión contiene solo una leve referencia a «trabajar para fortalecer la contribución del comercio a nuestras economías».
Notoria por su ausencia fue la frase «resistiremos cualquier forma de proteccionismo» que sí estaba incluida en el comunicado de la última reunión realizada en China en julio de 2016.
Reportes indican que China y Australia, entre otros países, presionaron para mantener el compromiso. El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, hablando ante reporteros después de la reunión, dijo que las conversaciones habían sido largas y sinceras. En lugar de omitir el comercio de la declaración conjunta, dijo que quiso encontrar una formulación en la que todos estuvieran de acuerdo.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, durante una conferencia en la reunión del G-20 en Baden-Baden, Alemania. (THOMAS KIENZLE/AFP/Getty Images)
Abandonar el compromiso de luchar contra el proteccionismo refleja serios desacuerdos sobre uno de los principios claves que han apuntalado la economía global durante años.
Los líderes del mundo redoblaron su compromiso con el libre comercio en el amanecer de la crisis financiera global en 2008 mientras buscaban evitar que la recesión se convirtiera en una depresión a escala internacional.
Pero la idea se ha puesto en entredicho recientemente. El presidente Trump ya retiró a Estados Unidos de un amplio tratado en el Pacífico, ha prometido renegociar el Tratado de Libre Comercio con México y Canadá (TLCAN) y ha amenazado con imponer tarifas a las importaciones para proteger los empleos de los estadounidenses.
Él cree que las reglas del comercio global se han utilizado contra Estados Unidos y sus trabajadores.
Las divisiones entre Estados Unidos y otras grandes potencias en cuanto al comercio se volvieron a evidenciar el viernes, durante la reunión de Trump con la canciller de Alemania, Angela Merkel, en la Casa Blanca.
«Estados Unidos ha sido tratado de forma muy desfavorable durante el transcurso de los años y eso tiene que terminar», dijo Trump en conferencia de prensa. «El comercio libre nos ha dirigido a muchas cosas malas… El TLCAN ha sido un desastre para Estados Unidos, un desastre para nuestras compañías, pero particularmente para los trabajadores».
Merkel dijo que la globalización y el libre comercio podrían ser más justos pero que ambos han funcionado para Alemania. Ella destacó un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Corea del Sur que benefició a ambos bandos.
La amenaza de nuevas políticas proteccionistas e impuestos fronterizos por parte de la Casa Blanca han generado dolores de cabeza a países que se sostienen del comercio con Estados Unidos. El país norteamericano importa anualmente 2.7 billones de dólares en bienes y servicios, la mitad de ellos provenientes de los miembros del G-20, China, Canadá, México, Japón y Alemania.
Expertos dijeron antes de la reunión que si el G-20 fallaba en su compromiso con el libre comercio, eso significaría que Trump habla en serio sobre concretar al menos algunas de esas amenazas.