Giuliani era candidato para el puesto más prestigioso del gobierno, el de secretario de Estado, pero estuvo bajo escrutinio de la prensa por negocios que hubieran representado conflictos de intereses.
El nombre de Giuliani era uno de los tantos que aparecía en la lista de potenciales candidatos al cargo de máximo diplomático de Estados Unidos, pero Trump dijo que su nombre fue removido hace nueve días, tras una reunión entre ambos.
«Rudy hubiese sido un destacado miembro del gabinete en varios roles, pero lo respeto totalmente y comprendo sus razones para permanecer en el sector privado», dijo el presidente electo en un comunicado.
«Es y continúa siendo un amigo personal cercano, y apropiadamente, lo llamaré para pedirle consejo. Puedo ver un lugar importante para él en el gobierno en una fecha más tardía», añadió. Giuliani, un exfiscal federal, se hizo famoso por su liderazgo como alcalde de Nueva York después de los atentados terroristas del 11 de setiembre de 2001, cuando ganó el apodo de «alcalde de América».
Tras la sorpresiva victoria de Trump, Giuliani no escondió su deseo de convertirse en secretario de Estado, pero este viernes dijo que ahora espera seguir trabajando en su bufete de asesoría legal y consultoría.
«Esto no es sobre mí, esto es lo que es mejor para el país y el nuevo gobierno», dijo Giuliani en el comunicado difundido por el equipo de transición de Trump.
«Desde el punto de observación del sector privado, espero poder ayudar al presidente electo de cualquier manera que él considere necesaria y apropiada», sostuvo. Trump alabó a Giuliani, de 72 años, por ser «un estadounidense extraordinariamente talentoso y patriota» y dijo que siempre apreciará «su dedicación 24/7 a la campaña electoral».
El exalcalde permanecerá en su cargo de vicedirector del equipo de transición, dirigido por el vicepresidente electo Mike Pence.