Trump, cuya impredecible campaña ha roto todas las reglas de la política, caracterizó a EE.UU. como una nación rota que solo él puede arreglar.
«Nadie conoce el sistema mejor que yo, por lo que solo yo puedo arreglarlo», dijo Trump. «Mi mensaje es que las cosas tienen que cambiar, y tienen que cambiar en este momento», dijo.
«Tengo un mensaje para todos ustedes: el crimen y la violencia que hoy afectan a nuestra nación pronto terminará», agregó. «Empezando el 20 de enero de 2017, la seguridad será restaurada».
Ivanka Trump presentó a su padre en la noche más importante de su vida política.
«Durante más de un año, Donald Trump ha sido el campeón de la gente y esta noche, es el candidato de la gente», dijo la hija del magnate. «Este es el momento y Donald Trump es la persona que hará a Estados Unidos grande otra vez».
Hillary, el blanco
En su discurso, Trump culpó a Hillary Clinton —a quien se refirió casi siempre como «mi contrincante»— por «su mal instinto y mal juicio».
«El legado de Hillary Clinton es muerte, destrucción, terrorismo y debilidad», dijo y aseguró que con ella «ISIS estará en todas partes».
«Estados Unidos es mucho menos seguro —y el mundo es mucho menos estable— que cuando Obama tomó la decisión de poner a Hillary Clinton a cargo de la política exterior de EE.UU.», dijo.
«Vamos a derrotar a los bárbaros de ISIS y lo vamos a hacer rápidamente», prometió.
Tras referirse a los recientes ataques terroristas, incluyendo el de Orlando en un bar gay, dijo: «Como presidente haré todo lo posible para proteger a la comunidad LGBT».
Además, dijo que Clinton quiere abolir la Segunda Enmienda, que establece el derecho de los estadounidenses a portar armas. Trump aseguró que protegerá ese derecho.
Clinton respondió durante el discurso con un tuit: «Somos mejor que esto».
«Vamos a construir un muro»
Sobre los indocumentados, Trump dice que se van a cumplir las leyes, que serán considerados, pero primero lo serán con los americanos. «Tendremos un sistema de inmigración que funcione para Estados Unidos», manifestó. Y agregó: «Vamos a construir un muro, vamos a frenar la violencia».
«Vamos a construir un gran muro para detener la entrada de la inmigración ilegal, la violencia y las drogas en nuestras comunidades», dijo.
El reto de Trump tras la Convención
La Convención Nacional Republicana estuvo dominada por inesperados escándalos por el plagio del discurso de su esposa y por la forma en que la campaña manejó ese episodio, así como elsorpresivo discurso de Ted Cruz el miércoles en que se negó a respaldar a Trump y en el que motivó a los estadounidenses a votar según su propia conciencia. El discurso de Cruz expuso las profundas divisiones que siguen en el partido tras una fraccionada primaria.
Pero más allá del drama en Cleveland, Trump enfrenta un mayor reto a largo plazo: construir un mensaje que pueda calmar las preocupaciones entre muchas mujeres independientes mientras pueda seguir apelando a los hombres blancos que están molestos por la dirección del país.
Trump aún debe mostrar cómo puede llegarle a una audiencia electoral más amplia, particularmente a las mujeres, probando que sería un comandante en jefe confiable.
Eso deja a Trump con una obligación de maniobra de cara a la elección de noviembre: un balance entre cuánto tiempo y energía gastar en criticar a Clinton frente al que use para presentarse de forma positiva.
Sus declaraciones fueron vistas con atención a nivel internacional, en donde hay significativa preocupación por el prospecto de una presidencia de Trump, exacerbadas por la entrevista del miércoles en el New York Times en la que puso en duda las garantías de seguridad de la OTAN.
El discurso también le da a Trump la posibilidad de establecer la narrativa saliendo de una convención que ha sido vista como caótica y que podría terminar con preguntas sin respuesta sobre la unidad del Partido Republicano y la capacidad de Trump de atraer un público amplio.