«Durante las administraciones de los presidentes George W. Bush y Barack Obama, la Guardia Nacional brindó apoyo a los esfuerzos para asegurar nuestra frontera sur. La crisis en nuestra frontera sur una vez más exige que la Guardia Nacional ayude a asegurar nuestra frontera y proteger nuestra patria», dice el memorándum.
El anuncio de esta medida lo había previamente el miércoles la secretaria de de Interior, Kirstjen Nielsen.
«El presidente ha determinado que el Departamento de Defensa y el de Seguridad Interior trabajen juntos con nuestros gobernantes para despegar a la Guardia Nacional a nuestra frontera suroeste», dijo Nielsen en la Casa Blanca.
La decisión se produce después de días de furor público por parte de Trump sobre la política de inmigración, durante el cual ha tuiteado sobre la legislación de inmigración en el Congreso, una caravana de inmigrantes que atraviesa México y lo que él llama leyes débiles fronterizas.
Nielsen, sin embargo, dijo que los detalles del plan todavía estaban siendo resueltos y que no llegarían el miércoles.
En un comunicado de la cancillería, el gobierno de México expresa «que, si el anunciado despliegue de la Guardia Nacional se tradujera en una militarización de la frontera, ello dañaría gravemente la relación bilateral».