Sus comentarios —en los que también criticó a la asediada isla por su crisis financiera que “en gran parte es de su propia fabricación” y dijo que la infraestructura de la isla ya era un “desastre” antes del huracán—llegan mientras Puerto Rico aún sufre de falta de electricidad, acceso a servicios de salud y mientras el número de muertos sigue en aumento.
Texas y Florida —dos estados en los que Trump ganó durante la elección presidencial— también fueron golpeados por huracanes severos recientemente, pero el presidente no ha hecho una indicación pública de que los organismos de emergencias se vayan a retirar de allí.
En dos tuits separados, Trump escribió: “‘Puerto Rico sobrevivió a los huracanes, ahora una crisis financiera se acerca en gran parte por su propia fabricación’, dice Sharyl Attkisson. Una falta de responsabilidad… dice el gobernador. La infraestructura eléctrica y general era un desastre antes de los huracanes. El Congreso decidirá cuánto gastar…”.
Después continuó diciendo en un tercer tuit: “No podemos mantener a FEMA, a los militares y a los servicios de emergencia, que han sido maravillosos (bajo las más difíciles circunstancias) en P.R. por siempre”.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo que los puertorriqueños están reclamando sus derechos como ciudadanos estadounidenses.
“Los ciudadanos americanos en Puerto Rico reclamamos la ayuda y los derechos que le corresponden a los ciudadanos de nuestra Nación”, tuiteó Rosselló.
Los tuits de Trump llegan tres semanas después de que el huracán María golpeara la isla, que permanece en gran parte sin energía eléctrica. La cantidad de muertos por el huracán ha aumentado a 45, dijeron las autoridades, y amenos 113 personas siguen desaparecidas, según Karixia Ortiz, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Puerto Rico.
La recuperación ha sido lenta desde la llegada del huracán María al territorio estadounidense el 20 de septiembre, dejando a la mayoría de la isla sin servicios básicos como electricidad y agua potable, según residentes, trabajadores de emergencias y funcionarios públicos.
Los hospitales de toda la isla —cuya población es de 3,4 millones de personas— tienen escapes de medicinas y combustible y los residentes y funcionarios locales elegidos dicen que esperan que el número de muertos aumente.
La situación del agua potable es tan grave que, según los informes, los resientes de la isla han tratando de obtener agua de los lugares de superfondo, que según la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) están contaminados con desperdicios tóxicos.
La Agencia de Protección Ambiental aconsejó no manipular los pozos sellados y bloqueados o beber de estos ya que puede ser peligroso para la salud de las personas.
Fuente: CNN en Español