El diario The Washington Post informó hoy de los planes para una sacudida general del entorno de Trump, y el mandatario confirmó después que planea reestructurar su equipo.
«Los Gobiernos suelen hacen cambios después de las elecciones legislativas, y probablemente eso será correcto en este caso. Creo que es lo habitual», dijo hoy Trump en declaraciones a los periodistas antes de embarcar en su avión rumbo a Cleveland (Ohio).
Sessions es la figura más vulnerable y muchos en el Departamento de Justicia esperan que sea despedido -quizá de forma humillante- en los días posteriores a los comicios, según el Post.
Trump lleva más de un año ventilando su frustración por la decisión de Sessions de no supervisar la investigación sobre la trama rusa debido a sus propios contactos con Moscú, una medida que reduce su influencia sobre la pesquisa del fiscal Robert Mueller.
El mandatario estuvo a punto de despedir en septiembre al «número dos» de Sessions y responsable de monitorear la investigación de Mueller, Rod Rosenstein, y aunque la relación entre ambos ha mejorado recientemente, no se descarta su posible expulsión.
En la Casa Blanca también ha habido conversaciones sobre un posible reemplazo para Nielsen, de quien el mandatario piensa que no es lo suficientemente dura contra la inmigración ilegal.
Nielsen es la protegida del jefe de gabinete de Trump, John Kelly, a quien el mandatario ha pedido que siga en el cargo hasta 2020, aunque nadie se atreve a certificar que el general aceptará esa oferta debido a sus frecuentes roces en la Casa Blanca.
Aunque la incómoda relación de trabajo entre Trump y su secretario de Defensa, James Mattis, es un secreto a voces en Washington, el mandatario descartó hoy que planee despedir al general, y dijo que ni siquiera había «escuchado ese rumor».
La que sí es probable es la salida del secretario de Comercio, Wilbur Ross, a quien Trump ha criticado frecuentemente; mientras que el titular de Interior, Ryan Zinke, podría perder el favor del presidente a raíz de la investigación que acaba de abrir el Departamento de Justicia sobre sus negocios inmobiliarios.
Varios funcionarios del Ala Oeste planean irse también para trabajar en la campaña de reelección de Trump, y se rumorea que la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, podría dejar su cargo, aunque lo haría por voluntad propia y no por el deterioro de su relación con el mandatario.
Fuente: EFE, aliado estratégico de FM Mundo