El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mostró hoy su versión más dura, la que le llevó a ganar las elecciones en noviembre pasado, al prometer al mayor grupo de presión a favor de las armas del país que defenderá sus intereses, y asegurarles que tienen "un amigo" en la Casa Blanca.

EFE

Trump viajó a Atlanta (Georgia) para dar el primer discurso de un presidente ante la Asociación Nacional del Rifle (NRA) desde que Ronald Reagan lo hiciera en 1983.

Allí, volvió a recurrir a su discurso más conservador para ponerse de lado del mayor grupo de presión a favor de la posesión de armas del país, que logró superar los intentos del expresidente Barack Obama de reforzar los controles de antecedentes a los compradores de armas.

Ante un satisfecho público que llenaba la sala de la reunión, Trump fue rotundo al decir que las cosas cambiaron en enero pasado y que ahora tienen un «amigo» en la Casa Blanca.

«Cada día nos enfrentamos a aquellos que tratan de quitarnos nuestra libertad, restringirla e incluso aquellos que quieren abolir la Segunda Enmienda (de la Constitución). Debemos estar vigilantes y sé que ustedes están listos para el reto», dijo Trump.

Antes de entrar en campaña, el mandatario se mostró partidario de endurecer los controles a los compradores, pero todo cambió cuando entró en política y recibió una millonaria contribución de la NRA, que se convirtió además en uno de los grupos ajenos al Partido Republicano que más apoyó públicamente al magnate.

«Ustedes me apoyaron, y yo voy a apoyarlos a ustedes ahora», dijo Trump, que ya había participado el año pasado en esta reunión anual, aunque entonces como candidato presidencial.

Ahora, aseguró, tienen el apoyo necesario desde la Casa Blanca para garantizar que no se interfiera en el «derecho del pueblo de tener y portar armas».

«El asalto de ocho años (de Gobierno de Obama) contra sus derechos protegidos por la Segunda Enmienda (de la Constitución) ha llegado a un final apabullante», aseguró Trump, que fue recibido un sonoro aplauso.

La razón que esgrimió el republicano es que si se prohibiera la venta de armas, las únicas que quedarían en las calles serían las de los «criminales armados», circunstancia que no se producirá bajo su mandato.

Durante su intervención en la convención, el presidente de la NRA, Wayne LaPierre, también resaltó el apoyo que la organización le dio al ahora presidente durante su campaña, incluso en los «momentos más oscuros».

Trump, que este sábado cumple cien días como presidente, destacó que en este periodo se ha reforzado la aplicación de la ley y dijo que uno de sus objetivos es «sacar» del país a la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), que tiene especial fuerza en El Salvador.

Dentro de este plan para acabar con las pandillas y los cárteles, Trump volvió a insistir en que levantará el muro fronterizo con México, aunque criticó que los demócratas digan que no es necesario pues ha bajado de manera notable el número de indocumentados que llegan al país.

«Están tratando de usar este número en nuestra contra. Lo hemos hecho tan increíblemente bien en las fronteras, que están tratando de utilizar eso contra nosotros», dijo.

Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), desde que Trump ganó las elecciones en noviembre hasta marzo, ha habido 152.987 detenciones en la frontera suroeste, lo que supone un descenso del 28 % con respecto del mismo periodo del año anterior, cuando hubo 212.677 arrestos.

Trump cifró en 73 % las detenciones en la frontera sur desde su elección, sin aclarar los parámetros que usó para llegar a esa cifra, y dijo que el muro serviría además para acabar con el tráfico humano, el tráfico de drogas y detener a la «gente mala».

El mandatario llegó a Georgia en momentos en los que el gobernador del estado, Nathan Deal, se debate entre promulgar o vetar una controvertida ley que permitiría llevar armas de fuego a los campus universitarios públicos, medida similar a una que fue vetada el año pasado.

Decenas de personas se congregaron desde la mañana en un parque cercano al Georgia World Congress Center, donde está previsto que cerca de 80.000 personas asistan hasta mañana a esta reunión de la NRA, para manifestarse a favor de un mayor control de las armas de fuego.

Durante la protesta, los asistentes se acostaron en el césped por un periodo de 16 minutos para simbolizar que en Estados Unidos muere una persona cada 16 minutos a causa de la violencia con armas de fuego, cifra que es mayor a la de quienes mueren por accidentes de tráfico.