El primer ministro turco, Binali Yildirim, anunció la retirada del texto pocas horas después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan llamara al gobierno a «solventar el problema en un espíritu de amplio consenso, teniendo en cuenta las críticas y recomendaciones de diferentes componentes de la sociedad». No obstante varias centenas de personas volvieron a manifestar este martes en Ankara, donde la policía utilizó granadas lacrimógenas para dispersar la manifestación que pretendía llegar a la sede del parlamento.
En su estado actual, el proyecto de ley prevé suspender la condena por agresión sexual a un menor – salvo si se trata de violación -, si su autor se casa con la víctima. La medida, que afectaría las agresiones cometidas antes de mediados de noviembre de 2016, sería aplicada una sola vez y tendría carácter retroactivo. El texto, que provocó una ola de indignación en el país, debía ser presentado este martes ante el Parlamento para ser votado en segunda lectura. «El tema está cerrado», declaró el ministro de Justicia, Bekir Bozdag. «Si se llega a un consenso entre los partidos, se podrá abordar más adelante», dijo Bozdag, citado por la agencia de prensa progubernamental Anadolu.
Según Yildirim, la retirada del texto también pretende dar a los partidos de la oposición el tiempo necesario para elaborar sus propuestas. «La comisión tomará todo en consideración y examinará todos los aspectos. Seguramente se hallará una solución», agregó el primer ministro. La decisión de retirar el proyecto de ley tuvo lugar en un contexto de fuerte tensión social provocado por las purgas consecutivas al fracasado golpe de estado del 15 de julio pasado, que afectaron a la oposición prokurda y la prensa crítica.
El texto sirvió de punto de unión a diversos grupos de oposición política y de ONG críticas del presidente Erdogan, cuya decisión de retirarlo es una concesión poco habitual.
No legitimar la violación
Propuesto por el Partido Justicia y Desarrollo (AKP, en el poder), el proyecto de ley indignó a oenegés de protección de menores, a los partidos de la oposición e hizo que miles de ciudadanos turcos salieran a la calle este fin de semana para exigir su retirada.
En Twitter, las palabras clave #TecavüzMesrulastirilamaz (No podemos legitimar la violación, en turco) figuraban el viernes entre las más compartidas en las redes sociales turcas. El gobierno había afirmado que este proyecto de ley concernía únicamente a las parejas casadas antes de que ambos tuvieran la edad mínima legal en Turquía para contraer matrimonio, es decir, 17.
Pero esto no aplacó la controversia y finalmente Ankara tuvo que dar marcha atrás. Antes que Erdogan, el portavoz del gobierno, Numan Kurtulmus, había declarado que si los partidos de la oposición CHP (social-demócratas) y MHP (nacionalistas) «tienen propuestas, nosotros afirmamos que estamos dispuestos a estudiarlas».
Numerosas organizaciones de defensa de los derechos de los niños temían que esta ley aumentara las agresiones sexuales contra menores al permitir a los agresores presionar a las familias para casarse con las víctimas y estar exentos de cualquier acusación. Unicef – el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia -, y otras tres agencias de la ONU, expresaron el lunes su «profunda preocupación» ante este proyecto de ley, que «reduciría la capacidad de Turquía para luchar contra las agresiones sexuales y las bodas precoces». Varios famosos, e incluso una asociación cuya vicepresidenta es la hija de Erdogan, expresaron su indignación por el proyecto de ley.
La organización progubernamental Asociación de Mujeres y Democracia de Turquía (KADEM), de la que Sümeyye Erdogan Bayraktar es vicepresidenta, estimó que uno de los principales problemas de este proyecto era establecer una base legal para diferenciar entre coacción y consentimiento. «¿Cómo puede identificarse ‘la voluntad propia’ de una chica?», se preguntó. En Turquía, los menores pueden casarse con 17 años si tienen la autorización de sus padres.
La ley también permite el matrimonio a los 16 años en ciertas «circunstancias excepcionales», con el aval de un juez.