El viaje de regreso de este grupo de venezolanos, entre ellos 22 niños y cuatro embarazadas, contrasta con la avalancha de personas que llegaron en los últimos días a Perú, antes de que el sábado Lima empezara a exigir pasaporte para evitar el acceso de personas con documentación falsa.
Este grupo de personas se ha acogido al plan del gobierno venezolano “Vuelve a la patria”, según contó a la AFP Miguel Materano, de 42 años.
“Voy a buscar un trabajo allá (en Venezuela), el gobierno ha prometido que nos va a ayudar”, dijo Materano, que decidió volver a su tierra ante su “mala situación aquí en Perú y la xenofobia” hacia los migrantes venezolanos.
Algunas de las razones esgrimidas por los retornados es que no tienen con quién dejar a sus hijos, como es el caso de Katiuska Anselmo, o que no podían encontrar trabajo por su embarazo, como es el caso de Yusmari Arrais.
El avión de la línea estatal venezolana Conviasa debe despegar después de las 18h00 locales (23h00 GMT) desde el aeropuerto internacional de Lima, en un vuelo de unas cinco horas de regreso a Caracas.
“Chao Perú”, corearon los viajeros al ingresar a las oficinas de control migratorio y de seguridad de la terminal antes de abordar su vuelo.
Este grupo de venezolanos durmieron el domingo en un hotel cerca a la embajada de Venezuela en Lima, donde fueron alimentados y recibieron atención médica, dijo a los periodistas en el aeropuerto un funcionario de la embajada venezolana que no quiso revelar su nombre o cargo.
El viernes, el ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, había asegurado que los compatriotas que han abandonado el país “van a volver”tras las recientes reformas económicas adoptadas la semana pasada por el gobierno de Nicolás Maduro para luchar contra la hiperinflación, que este año superará 1.000.000%, según el Fondo Monetario Internacional.
Más de 2,3 millones de venezolanos viven en el extranjero (7,5% de la población). De ellos, más de 1,6 millones salieron de su país a partir de 2015 ante el recrudecimiento de la crisis económica y política de la otrora próspera nación petrolera.
El 90% se dirigió a países de América Latina, según cifras de la oficina de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización para las Migraciones (OIM).