«Killing Michael Jackson» cuenta con los testimonios de diversos personajes involucrados en la muerte del cantante.
Entre ellos, destaca el del detective de la policía de Los Ángeles, Scott Smith; quien revela que Jackson padecía calvicie y poseía quemaduras en el cuerpo.
Según la declaración de Smith, Michael Jackson no tenía cabello y lo contrarrestaba usando pelucas.
Además, tenía un tatuaje en la base del cráneo que también lo ayudaba a disimular su calvicie.
«Cuando vi su cuero cabelludo me di cuenta de cómo la parte superior de su cabeza estaba calva. Además, tampoco tenía apenas pelo en los costados», confiesa en el documental.