Según las notas de las entrevistas realizadas durante la investigación del FBI sobre el uso del correo electrónico de Clinton, el subsecretario de Estado Patrick Kennedy trató personalmente de convencer a los funcionarios del FBI de que el email debía ser desclasificado. Un entrevistado dijo sentirse «presionado» por otro funcionario del FBI a petición de Kennedy.
El Departamento de Estado dijo que el mail había sido publicado, con ajustes, en mayo de 2015 como parte de revelaciones con base en la Ley de Libertad de Información. El email, con fecha del 18 de noviembre de 2012, trataba posibles arrestos relacionados con los ataques contra instalaciones estadounidenses en Benghazi, Libia.
Los documentos revelados el lunes contienen un sumario de notas de entrevistas relacionadas a la investigación del FBI sobre si información clasificada fue manejada incorrectamente por Clinton cuando era secretaria de Estado.
Sin embargo, las entrevistas revelan algunas contradicciones. En una entrevista, un funcionario del FBI contó que fue el Departamento de Estado quien había ofrecido un «quid pro quo» (intercambio de favores) a cambio de la desclasificación de un correo electrónico. Sin embargo, en otra entrevista, un funcionario diferente del FBI le dijo al Departamento de Estado que revisaría el correo electrónico, si el Departamento de Estado revisaba la solicitud de personal en Iraq.
El FBI negó que hubiera ningún «quid pro quo» en la lucha entre el Buró de Investigaciones y el Departamento de Estado por el nivel de clasificación del correo electrónico, aunque en una entrevista así se describió.
Un funcionario de la división del FBI para la gestión de registros (Records Management Division) declaró en una entrevista que un miembro de la División de Operaciones Internacionales (también del FBI) le dijo que Kennedy había conseguido la desclasificación de un email gracias a un “quid pro quo”, de acuerdo con documentos revelados el lunes.
El funcionario de la división de registros dijo que el funcionario de operaciones internacionales “lo presionó” para modificar la clasificación del email. A cambio de desclasificar uno de los servidores de Clinton, el entrevistado dijo que, como fue transmitido por el agente de operaciones internacionales, el funcionario del Departamento de Estado ofreció ayudar a agentes del FBI comisionados en el extranjero en áreas sensibles.
El individuo anónimo dijo que en una reunión posterior en el Departamento de Estado con varias agencias de inteligencia, Kennedy, ante una pregunta sobre si alguno de los emails estaba clasificado, respondió haciendo contacto visual y diciendo “bueno, ya lo veremos”.
Tras la reunión, dijo el individuo, “Kennedy pasó 15 minutos debatiendo la clasificación del email e intentando influir sobre el FBI para cambiar sus clasificaciones”.
El funcionario de la gestión de registros llegó a la conclusión de que el Departamento de Estado tenía una “agenda” dirigida a “minimizar” los problemas de clasificación respecto a los emails de Clinton.
Otra entrevista incluida en la misma colección indica que aunque Kennedy se acercó al FBI para hablar sobre la desclasificación del email, y que fue el FBI el que propuso tener más agentes destacados en Iraq.
Dicho empleado del FBI dijo que él personalmente habló con Kennedy sobre el email y sugirió que él mismo “revisaría el problema del email” si Kennedy “facilitaba la orden respecto a la solicitud del FBI para incrementar su personal en Iraq”.
En un seguimiento, sin embargo, ese agente del FBI fue informado de que el email continuaría siendo clasificado y se lo comunicó a Kennedy. De acuerdo con las entrevistas, Kennedy intentó en varias ocasiones conseguir que el FBI desclasificara el email. La disputa era sobre un email que el Departamento de Estado consideró desclasificado, pero en una revisión entre agencias, el FBI dijo que contenía información clasificada.
Tanto el FBI como el Departamento de Estado negaron el lunes que se hubiera pactado un “quid pro quo”.
“El FBI determinó que uno de esos emails estaba clasificado como secreto”, dijo el FBI en una declaración sobre el asunto.
“Un funcionario de alto nivel del Departamento de Estado pidió al FBI volver a revisar el email para determinar si continuaba clasificado o si podría estar protegido para su difusión bajo otra exención de la Ley de Libertad de Información. Un funcionario del FBI ahora retirado, quien no fue parte de la posterior investigación sobre Clinton, le dijo al funcionario del Departamento de Estado que él revisaría el asunto. Al no haber podido contactar previamente al funcionario del Departamento de Estado, durante la misma conversación, el funcionario del FBI le preguntó al funcionario del Departamento de Estado si iban a abordar una solicitud pendiente del FBI para tener empleados adicionales asignados en el extranjero”.
El FBI sostuvo que el email debería permanecer clasificado.
Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, consideró que los señalamientos sobre un “quid pro quo” eran “imprecisas” y que lo que Kennedy quería era “entender” la decisión del FBI sobre resguardar la información.
“La clasificación (de documentos) es un arte, no una ciencia, y los individuos con autoridad para clasificar a veces tienen distintos puntos de vista”, dijo Toner.
No hubo ningún incremento en las vacantes del FBI en Iraq a partir de esta conversación, dijo Toner. Durante la conferencia de prensa diaria añadió que Kennedy continuaría en el cargo y que tenía la total confianza del secretario de Estado, John Kerry.
El FBI ha liberado las entrevistas luego de concluir su investigación sobre los servidores de Clinton. Tras la revisión, el FBI no halló evidencia para aplicar cargos criminales relacionados con la investigación.
No obstante, los republicanos intentaban capitalizar las entrevistas reveladas el lunes para atacar a Clinton y pedir la destitución de Kennedy.
El candidato presidencial republicano Donald Trump simplemente tuiteó: “increíble”.
Su campaña publicó un comunicado en el califica los documentos como “profundamente preocupantes”.
“Estos documentos demuestran además demuestran la total indiferencia de la secretaria Clinton en el manejo de información clasificada”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, en un comunicado.
Y el Comité Nacional Republicano también se ocupó del tema al afirmar que la Casa Blanca estaba tratando de “proteger” a Clinton.
“Los descarados intentos del gobierno de Obama para proteger a Hillary Clinton de rendir cuentas sobre su conducta imprudente únicamente inflamará la desconfianza de los estadounidenses en su propio gobierno”.