Un vocero de la Diócesis de Jinotega, situada a 160 kilómetros al norte de Managua, señaló que el fallecido era un adolescente que fue alcanzado por un disparo cuando vigilaba un «tranque» (retén) en la zona norte de la ciudad, la noche del viernes. El obispo de Jinotega, monseñor Carlos Herrera, entregó los restos del joven a su familia esta madrugada (local).
El prelado llegó al lugar en medio de los enfrentamientos para rescatar a los heridos, indicó la fuente. Según la radioemisora ABC, de la vecina provincia de Estelí (norte), fuerzas antimotines de la Policía y grupos afines al Gobierno de Daniel Ortega atacaron a balazos el retén. Los manifestantes respondieron lanzando piedras y bombas caseras.
El ataque rompió una tregua que se había establecido días antes en Jinotega entre miembros de la sociedad civil, estudiantes, policía y la Alcaldía oficialista, con la mediación de la Iglesia Católica, recordó la radio.
Mientras, en Managua, se reportó la presencia de desconocidos motorizados que patrullaron distintas zonas de la capital y efectuaron disparos y detonaciones. No se informó de víctimas. Nicaragua vive una grave crisis política que se inició a mediados de abril con una protesta de estudiantes contra una reforma al Seguro Social, que afectaba a miles de trabajadores y jubilados.
El conflicto se extendió tras la violenta respuesta de la Policía y fuerzas paramilitares contra manifestantes civiles, que ahora exigen la renuncia de Ortega. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA registra 127 muertos y más de 1 200 heridos desde el 18 de abril. El Gobierno solo reconoce 42 fallecidos.
Fuente: El Comercio