«Mucha gente ha tenido miedo. Los vecinos han salido rápidamente de sus casas», declaró al portal de noticias Detik el testigo Doni Nopñriandi, un funcionario de Sanidad en Padang, la capital de Sumatra Occidental, una de las provincias afectadas por la alerta de tsunami que las autoridades locales emitieron y luego suspendieron.
«Estamos acostumbrados a los terremotos. Lo que da miedo son las réplicas», explicó Doni, y detalló que primero sintieron un temblor que duró poco y luego otro más intenso y prolongado.
Un hombre identificado como Haris, residente en Padang, declaró a la cadena de televisión Metro TV que lo que desató el miedo de la población fue la alerta de tsunami más que el terremoto.
«El coche de la policía iba anunciando a los vecinos que se trasladasen a lugares elevados para escapar del tsunami. A la gente le entró miedo por el aviso», dijo.
Dos horas después del terremoto las autoridades indonesias no habían informado de víctimas y advirtieron de que debido a la oscuridad de la noche no se podrá tener una idea exacta de los posibles daños hasta la salida del sol.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el hipocentro a diez kilómetros de profundidad en el océano Índico y a 808 kilómetros al oeste-suroeste de Padang.
Poco después, la agencia meteorológica de Indonesia emitió una alerta de tsunami para las provincias de Sumatra del Norte, Aceh, Sumatra Occidental y Riau.
Una hora más tarde, las autoridades indonesias levantaron la alerta.
El terremoto se sintió hasta Singapur, pero la Agencia Nacional de Medioambiente de la ciudad-Estado advirtió a la población de que es «improbable» que el seísmo cause daños en el país.
Quien no sintió el sismo fue el presidente de Indonesia, Joko Widodo, quien había llegado unos minutos antes del movimiento telúrico a Medan, la capital de Sumatra del Norte, para supervisar proyectos de infraestructuras.
«El presidente y su comitiva no sintieron los temblores», dijo el jefe del equipo de comunicaciones de la Presidencia, Sukardi Rinakit, según Detik.
Los residentes en la isla de Simeuleu sintieron la sacudida, pero no se produjeron casos de pánico.
Simeuleu y Nias son islas situadas al noroeste y oeste de Padang, y han sido víctimas de seísmos y tsunamis en el pasado.
«El terremoto no fue muy fuerte, pero sí duró mucho», manifestó Ahmadi, uno de los habitantes de Simeuleu, a los medios locales.
En Mentawai, una cadena de islas al sur de Nias, sí se produjeron escenas de pánico.
Según Hendra, vecino de Pulau Raman, el seísmo duró más de un minuto y los habitantes salieron de prisa de las casas.
«Tenemos miedo de regresar a nuestras casas. La mayoría de los habitantes están afuera por si se producen réplicas», indicó Hendra.
En la isla de Nias murieron alrededor de 1.300 personas el 28 de marzo de 2005 por un seísmo de 8,7 grados.
Unos meses antes, el 26 de diciembre de 2004, otro potente terremoto frente a Sumatra formó un tsunami en el océano Índico que mató a unas 230.000 personas en una docena de países, de ellas unas 170.000 en Indonesia.
Indonesia se asienta sobre el llamado «Anillo de Fuego del Pacífico», una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida al año por unos 7.000 temblores, la mayoría moderados.