A pocas semanas de la segunda vuelta electoral entre Daniel Noboa y Luisa González, el país enfrenta una situación de “total incertidumbre”, consideró el politólogo, Pablo Játiva. Indicó que existen diversos factores que aportan a un escenario en el que no es posible avizorar cuál será el resultado.
Una disputa “voto a voto” es lo que, según Játiva, se espera del balotaje del 13 de abril. Sin embargo, hasta el momento, precisó que ninguno de los dos candidatos ha dado un “golpe contundente” para posicionarse dentro de la opinión pública. Al contrario, dijo, se han visto afectados por varios aspectos.
“Las encuestadoras no se atreven a dar ningún pronóstico (…) es claro que existe un empate técnico; no hay ninguna tendencia que se esté imponiendo sobre la otra”, sostuvo.
En el caso del actual Mandatario, Játiva evidenció una “desesperación notoria” por mostrar resultados de su Gobierno. A esto, se suma su desgaste “día a día” por los diversos temas enfrentados por el Ejecutivo, entre los que se incluyen el derrame de crudo en Esmeraldas, la concesión fallida del campo Sacha y el escándalo por los chalecos para las Fuerzas Armadas.
Por su parte, dijo, Luisa González enfrenta uno de los mayores retos de su candidatura: “descorreizar” la campaña. Señaló que alejar su propuesta de la de Rafael Correa es una estrategia para diferenciarse de la gestión que gobernó al país por 10 años. Játiva señaló que la candidata del correísmo tampoco cuenta con vocerías que la respalden. Esto, en alusión a la controversia generada tras las declaraciones de la asambleísta, Paola Cabezas, en torno a la “dolarización a la ecuatoriana”.
“Es complejo predecir la elección, porque ambos continúan desgastándose”, dijo.
Y es justamente la dolarización un tema sensible, según Játiva. Consideró que oponerse a un aspecto que tiene un alto consenso nacional, genera una situación de incertidumbre y rechazo de los electores.
Otro de los retos de quien llegue al poder, según Játiva, es la dificultad que tendrá para gobernar. Esto, al recordar que la próxima Asamblea con 151 integrantes, se enfrentará a una polarización entre ADN y la Revolución Ciudadana que concentrarán gran parte de los curules en el Parlamento.
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