En un comunicado, la representante de este organismo en Siria, Hanaa Singer, afirmó que entre esos casos hay menores con desnutrición moderada y grave.
Todos esos niños está recibiendo tratamiento gracias a los equipos médicos y suministros nutricionales distribuidos por la ONU, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja en un convoy humanitario el lunes.
Singer agregó que el equipo de Unicef y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) trasladado a Madaya examinó, además, a otros diez menores entre los seis y los dieciocho años, de los que seis ofrecieron síntomas de desnutrición grave.
«Un chico de 17 años está en riesgo de morir y necesita desesperadamente una evacuación médica inmediata», indicó Singer, quien destacó que también hay una embarazada de nueve meses que necesita ser evacuada urgentemente.
Dos caravanas humanitarias accedieron en dos ocasiones esta semana, el lunes y ayer, a Madaya, que sufre el asedio gubernamental desde julio.
«Unicef se entristece especialmente y está conmocionado tras ser testigo de la muerte de Ali, un joven de 16 años con desnutrición aguda que falleció en la clínica de la localidad delante de nuestros ojos», apuntó la responsable internacional.
Singer advirtió, no obstante, de que estos hallazgos no son una muestra representativa de las condiciones en Madaya, sobre las que todavía no pueden sacar conclusiones, por lo que la ONU y la Media Luna Roja Siria continuarán evaluando la situación el domingo.
Hanaa subrayó que la gente con la que se han encontrado en esa población está «exhausta y en un estado extremadamente frágil».
«Los médicos están emocionalmente angustiados y consumidos mentalmente, trabajando las 24 horas con recursos limitados para proporcionar tratamiento a los menores y la gente necesitaba», dijo.
«Es simplemente inaceptable que esto ocurra en el siglo XXI», añadió.
Pese a que la agencia de la ONU está particularmente impactada por la situación en esa localidad, la responsable de Unicef recordó que en Siria «hay otras catorce ‘Madayas».
De hecho, Unicef ha tomado parte esta semana en los convoyes humanitarios enviados a los pueblos de mayoría chií de Fua y Kefraya, cercados por el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, donde «se calcula que hay 6.000 menores atrapados».
«Unicef reitera sus llamamientos anteriores a todas las partes del conflicto para que levanten los asedios a comunidades en Siria y proporcionen un acceso sin trabas, incondicional y sostenido a los equipos (humanitarios)», exhortó Singer.