«Es dañino que los jueces al actuar como legisladores y atreverse a definir aspectos controversiales de la vida nacional no busquen consensos», sostuvo Uribe en la ciudad de Medellín, donde se pronunció en nombre de su partido, el derechista Centro Democrático.
A juicio del senador, el matrimonio homosexual, así como otros asuntos discernidos por el alto tribunal, «han sido impuestos por las cortes sin consultar la base social de la nación».
La Corte Constitucional rechazó ayer una propuesta que exponía que un matrimonio está conformado por un hombre y una mujer, por lo que ahora otro magistrado debe plantear una ponencia que sea favorable a la unión legal de parejas del mismo sexo.
Pese a que todavía no se ha llegado al paso final para la aprobación del matrimonio homosexual, la decisión de este jueves se interpreta como un paso más para que la unión legal entre parejas del mismo sexo sea una realidad y, en consecuencia, ha generado numerosas reacciones.
Entre ellas, la del opositor Centro Democrático, que considera que, si bien «se debe respetar la relación» de las parejas homosexuales, «en nombre de las leyes naturales, que no necesariamente son un dogma religioso, se debe respetar que el mantenimiento de la especie humana, en lo cualitativo y cuantitativo, deriva de la familia».
Y esa familia, a juicio de Uribe, «gira alrededor del matrimonio, no como expresión formal y protocolaria, sino como institución de valores, que son fuente insustituible de armonía social».
Por ello, concluye, «la Corte Constitucional suplanta al pueblo y al legislador», y su decisión sobre el matrimonio homosexual «es más política e ideológica que jurídica».
«Al decidir sobre la materia debió explorar una solución que no dividiera a la sociedad colombiana, por ejemplo, debió encontrar una forma de respeto a la intimidad homosexual sin igualar estas parejas al matrimonio heterosexual por la razón del elemento diferencial por excelencia: la fuente de la familia y de la especie humana», concluyó el expresidente.