“Tenemos una compañía con el Centro de Inmunología Molecular, CIM, en La Habana, y justo este mes lanzamos un ensayo clínico para incorporar la vacuna contra el cáncer [llamada] CIMAVAX para pacientes con un tipo de cáncer de pulmón”, dijo Deck Miller en una comunicación vía correo electrónico con este medio.
La CIVAMAx es una vacuna desarrolla desde hace 25 años en La Habana, Cuba, por el Centro de Inmunología Molecular, un próspero centro de biotecnología que empezó a funcionar en 1980.
Aunque CIM la llama una vacuna, es importante tener en cuenta que el medicamento no previene la enfermedad como una vacuna tradicional, al menos en su forma actual. En lugar de eso, mantiene los tumores diagnosticados a raya mediante la inhibición de su crecimiento, actuando más como un tratamiento. A esto se le conoce como una vacuna terapéutica.
En lugar de dirigirse a las células cancerosas directamente, la vacuna actúa como una forma de inmunoterapia, aprovechando el propio sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer.
Esta es la primera vez que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) otorga un permiso a una empresa estadounidense para patrocinar pruebas de una terapia con un medicamento cubano en ese país, según informó esa institución en su página web en octubre de 2016..
El Roswell Park Institute —con sede en Buffalo, Nueva York— también recibió una autorización del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para crear una empresa comercial con el CIM, que será la primera compañía conjunta cubano-estadounidense con licencia para hacer investigaciones, desarrollo, manufactura y comercialización de productos biotécnicos.
En este estudio, que se financiará en gran parte con donaciones provenientes de la Roswell Park Alliance Fundation, durará tres años en ser completada y en él participarán entre 60 y 90 pacientes. Para las etapas iniciales del estudio se invertirán 2,4 millones de dólares, indicó la institución.
Una serie de ensayos clínicos han permitido que la vacuna sea probada en 5.000 pacientes en todo el mundo, incluyendo 1.000 en Cuba. En un pequeño ensayo, los pacientes menores de 60 años vivían un promedio de 11 meses más que los que no recibieron la vacuna.
Otros países están participando en ensayos clínicos para CIMAVAX, incluyendo Japón y algunos en Europa.
Desde 1980 Cuba ha producido más del 70% de la medicación necesaria en el país y produjo sus propias vacunas para 21 enfermedades diferentes, según le dijo a CNN en agosto de 2016 Camilo Rodríguez, un investigador del CIM.