Los conductores esperaban que se abriera la circulación hacia Esmeraldas por la ruta, usada como alterna desde la mañana del jueves ante el bloqueo de la Calacalí – La Independencia. La conexión Nanegalito-La Armenia es estrecha y de tierra, por lo que se permite solo el paso de vehículos livianos cada media hora desde y hacia Nanegalito.
Don Efigenio aguardaba que la limpieza del alud ocurrido anteayer en el kilómetro 58 culminara y así se habilitara el tramo cerrado. El anciano integra un proyecto de turismo comunitario en la vecina parroquia Nanegal y teme que la noticia del cierre de la Calacalí-La Independencia afecte la llegada de turistas durante el feriado de cuatro días.
Para evitarlo -comentó Efigenio- tras el anuncio de la Prefectura de Pichincha de que la vía sería reabierta en tres o cuatro días, empezaron a llamar a quienes habían hecho reservaciones.
La idea es transmitir confianza a los viajeros contándoles que el paso está expedito hasta Nanegalito y que de allí no hay problema para conectarse con Nanegal. Mario Verdezoto, veterinario y morador del área por alrededor de tres décadas, se mostró molesto con lo que considera un error de comunicación por parte de las autoridades respecto al deslizamiento.
Apuntó que -a su juicio- se posicionó más la idea del cierre en lugar del concepto de la posibilidad de llegar hasta Nanegalito sin problemas, e incluso a Esmeraldas por esa zona de la provincia “a través de vías alternas a la Calacalí y con un poco de paciencia”.
El uso de la ruta Nanegalito-La Armenia implica un recorrido máximo de 10 minutos desde el centro de la parroquia hasta encontrar nuevamente la Calacalí-La Independencia. Patricio Ruales, uno de los propietarios del restaurante El Sabrosón, confiaba en que tras el retiro del material producto del deslave, se permitiera el paso de vehículos. Él y su familia habían previsto vender fritada (compraron entre 10 y 15 cerdos) durante este feriado.
Fuente: El Telégrafo