La isla de Margarita recibió este sábado a los jefes de Estado y delegados de las naciones del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y ahí el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que su nación es víctima de una arremetida global.
Tras recibir de manos del gobernante de Irán, Hassan Rouhani, la presidencia del MNOAL, Maduro dijo que esa arremetida global es contra toda América Latina y el Caribe y está siendo implementada como métodos de guerra no convencional, pero que más temprano que tarde «Venezuela saldrá airosa de todos esos métodos que pretenden disminuir su capacidad de independencia y soberanía».
El presidente de Venezuela hizo un recuento de los puntos acordados en el marco de la reunión de cancilleres del MNOAL.
Además, el mandatario denunció lo que denominó «golpe de estado parlamentario» por el cual fue destituida la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
«Puedo decir que (Dilma) es una de las líderes más honestas sino que la más honesta de este planeta Tierra», sentenció Maduro.
La defensa para Rousseff se extendió también al expresidente Luis Inacio Lula Da Silva, contra quien, hace unos días, se presentaron cargos penales por presunta corrupción.
Blandiendo el martillo de mando que antes le entregara Rouhani, el ahora presidente del Movimiento de Países No Alineados advirtió: «Con este martillo de mando, haremos todo lo que haya que hacer para que el pueblo de Brasil rescate su camino de lucha popular, de democracia y se respete el liderazgo auténtico de la presidenta Dilma, del presidente Lula», sostuvo Maduro.
Además de abogar por la ampliación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Maduro rechazó ante los delegados de 136 naciones el embargo comercial de Estados Unidos a Cuba y predijo que el mismo está a punto de desmoronarse.
Y puso de manifiesto los esfuerzos comunes en apoyo de la causa y del pueblo palestino.