La visita de Pence a Chile se enmarca en una gira que desde el pasado domingo lo ha llevado a Colombia y Argentina, y que culminará el viernes, en representación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fuentes oficiales han adelantado que Pence se reunirá en Santiago con la Presidenta Michelle Bachelet, el ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, y con otras autoridades gubernamentales, «para reafirmar el compromiso del Presidente Trump por profundizar las sólidas y extensas relaciones bilaterales de Estados Unidos y Chile».
También el número dos de la Casa Blanca se dirigirá a la comunidad empresarial durante un evento organizado por la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio y la Asociación de Cámaras Norteamericanas de Comercio de América Latina y el Caribe.
En esa ocasión, según se indicó, «honrará el compromiso del Presidente Trump con el fortalecimento del comercio bilateral y la inversión, y para demostrar el apoyo de su gobierno con la cooperación en seguridad y prosperidad económica».
En su reunión con Bachelet, según señalaron al comenzar la gira fuentes que pidieron reserva de identidad, Pence reconocerá a Chile «como líder y un modelo de economía abierta y por su sólida y estable democracia».
Asimismo, buscará remarcar el compromiso del Gobierno de Trump con América Latina y «reforzar el esfuerzo multilateral para aislar a Venezuela» tras la instauración por parte del Gobierno de una Asamblea Nacional Constituyente que Washington y otros gobiernos de la región consideran ilegítima.
Según señalaron esas fuentes, la situación en Venezuela demuestra la división entre el futuro y el pasado de Latinoamérica, comparación en la que Colombia, Argentina, Chile y Panamá «representan el futuro, el futuro de la libertad, la oportunidad, el comercio y el crecimiento, mientras que Venezuela va hacia el pasado de dictaduras y opresión».
Los cuatro países incluidos en la gira de Pence están entre los doce que la semana pasada firmaron la Declaración de Lima, en la capital peruana, en la que manifiestan que no reconocerán ninguna resolución de la Asamblea Constituyente venezolana que no sea refrendada por el Parlamento, de mayoría opositora, al que consideran el único poder legislativo legítimo en ese país.
Según publicó hace unos días el diario chileno La Tercera, citando fuentes diplomáticas, el Departamento de Estado de EE.UU. habría planteado a la Cancillería chilena la inclusión de la agenda a tratar entre Pence y Bachelet el problema de Corea del Norte.
En ese contexto, se incluiría una petición para que Chile corte sus relaciones diplomáticas con ese país, reanudadas en 1992 tras el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y la restauración de la democracia en el país austral.
La última actividad de Pence en Chile será su encuentro con los empresarios, momento en que se espera dirija un mensaje a toda la región, para posteriormente emprender viaje a Panamá, la última escala de su gira.
Fuente: EFE