En entrevista en Notimundo, Eber Arroyo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, se refirió a las labores realizadas en Manabí. Arroyo afirmó que aproximadamente 91 personas fueron rescatadas; ocho extraídas de las estructuras colapsadas, siete en Manta y una en Pedernales. Así, en total hubo 164 cuerpos recuperados.
Indicó que existen procedimientos internacionales, donde el umbral es de 72 horas para las tareas de rescate; sin embargo, el cuerpo de Bomberos Quito se puso como meta un umbral de 96 horas para rescatar los cuerpos de entre los escombros.
Arroyo jamás vio un desastre de esa magnitud. “Ver el dolor humano y la desesperación de los familiares fue impresionante”, precisó.
“El Comandante no es aquel que está en el escritorio, sino en el terreno con su gente. Nosotros no somos héroes, sino seres humanos que hacemos las cosas con entrega y amor”, añadió.
Arroyo explicó el procedimiento cuando de rescatar un cuerpo se trata, el cual empieza con el método de “llamado y escucha”. En completo silencio y desde la estructura empiezan a gritar y si alguien escucha se le pide que grite o dé tres golpes.
En un caso en particular de rescate, a la tercera llamada, los bomberos escucharon “un golpe”; entonces, como relata Arroyo, marcaron un triángulo para perforar la loza y fue así como liberaron a don Segundo en el mercado de Tarquí, en Manta.
Para Arroyo, las primeras 24 horas son decisivas, por lo que para este tipo de catástrofes cree que deben prepararse más para reaccionar de forma inmediata.